Por ti ya no soy mas
el mamÃfero lobo garañón
que asustaba espectros en los bosques.
He dejado de ser el chúcaro nauta
que navegó la sombra metido en su relincho;
y me aproximo a tus llanuras
transformado en rÃo caudaloso.
Ya no me convierto en lobo en luna llena
(ni en ninguna de las lunas)
ni salgo por las noches a ejercer oficio de vampiro.
Por ti he dejado la caverna y mi rabia de chacal
en mi guarida
y he renunciado a ser el coyote sufrido
aplastado sin pena por el correcaminos,
a mi ayer, a mi anteayer y a mi presunto futuro,
a mis herejÃas absurdas y a mi nefanda idolatrÃa
de flamenco triste.
Con mi arpón de pescador, disfrazado de viento,
libro diarias batallas contra mi hambre
insaciable;
y aunque sé que sólo soy un caminante
que se sube a la higuera del silencio,
le temo al rey enamorado
en el que suelo convertirme
cuando te amo.