Viernes, DÃa final del laberinto Definición abstracta de viejo tiempo, Hecho a retazos de horas Incompletas porque les faltó alma. Sábado, Redentor del ocio adelantado a las penas, Pura y falsa alegrÃa a la vergüenza. Domingo, Y ya salimos enmascarados a las calles, Portando con remilgo trapos nuevos Que esconden La verdadera historia del alma. Lunes, Corre y no pienses A dónde van los demás tan apurados, Alguien pide la hora y contestamos A cien metros de distancia. Martes, Se vuelve rutina estar de perros, Mirando, como niños asustados, La alcantarilla, No dejamos de pensar Que por ella se nos fue también Lo incierto. Miércoles, Acabas extrañando estar en casa Pelear con todo y morir antes de tiempo. Jueves, Retas con un ojo las miradas De la mano de ese pasajero Que nos viaja de incógnito en el alma. Y cuando ya has donado alcohol a la memoria Otra vez viernes, Te atreves a todo, Sin que importe nada Y aunque otra vez, cansado De ese color indefinido de las cosas, Seguirás jugando a la ruleta de esta muerte diaria.
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