La experiencia vital de la muerte inminente o, en su caso, de la invalidez total y permanente, nos es por lo general desconocida. Sólo en los casos de recuperación como el que comentamos, y que su autor ha tenido la “necesidad” de compartir, tenemos la posibilidad de acercarnos a su realidad.
Experimentar una situación y aprender de ella supone analizar lo que nos ocurre, entenderlo y asimilarlo para poder, luego, compartirlo con los demás. Eso lo cumple acertadamente nuestro protagonista en estas páginas –densas pero de fácil lectura- repletas de todos los sentimientos humanos que podemos imaginar: odio y amor, frustración y esperanza, compasión y rechazo; en fin, todo lo que nos hace ser tan semejantes y, también, tan diferentes según el momento vital. Nos lleva de la nada a la vida, como un recuerdo fantasioso de la creación.
La catarsis que, para el autor, supone compartir su experiencia es parte de su terapia.
Juan Manuel Letang Benjumeda
Este artculo tiene del autor.
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