Una periodista de radio ha dicho que le gustarÃa tener un arco iris en su casa. La periodista, famosa en España y cursi, lleva catorce años con el mismo programa de fin de semana. Tiene dos opciones para conseguir ese arco iris casero: o lo pinta en una pared o contrata a un fontanero para que le ponga unos surtidores en el techo de una habitación que simulen la lluvia y aproveche cuando entren los rayos del sol por la ventana para que se produzca el efecto deseado. Hay cazadores de tormentas y de tornados, pero no sé que existan cazadores de arco iris. Los arcos iris son hermosos, dignos de fotografiar y de plasmar en un lienzo con sus siete vivos colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. A mà me gustara ser cazador de lluvias, con tormenta o sin ella, acudir a los lugares de España en que se anuncien lluvias y pasear con la ropa adecuada. Vivir siempre con lluvia podrÃa ser una vida monótona y gris, pero me parece más monótono y aburrido el cielo azul. En Zaragoza es lo que más abunda. La lluvia es aquà un fenómeno un tanto raro. Sólo sé de una persona que sabÃa disfrutar de la lluvia, el fallecido escritor Félix Romeo, que en una entrevista dijo que cuando llovÃa se ponÃa debajo del agua, en el jardÃn de su casa, sin protección, para empaparse del agua que caÃa del cielo. El paraguas es un complemento tonto, incómodo, fácil de olvidar en un bar o en otro lugar a donde se acuda, que se coge cuando el cielo amenaza lluvia y que normalmente no se abre. La lluvia suele sorprenderte en la calle sin paraguas y te molestan hasta los charcos. Eso sÃ, es necesario un buen calzado para no sentir los pies mojados al poco tiempo de caminar bajo la lluvia. Si llevas paraguas y la lluvia se acompaña de viento, muy corriente en esta ciudad del Valle del Ebro, el dichoso complemento sirve de muy poco o de nada. Muchas personas y algunos meteorólogos hablan de mal tiempo cuando llueve, craso error por lo necesaria que es el agua para la vida. Si hace calor, la gente toma el sol en playas y piscinas; si nieva, va a una pista a esquiar. Sin embargo, si llueve, nadie se moja adrede.