¡A vosotros os sobra pan!
¡A vosotros os sobra grasa!
Yo no tengo ni una cama
para que mi hijo nazca.

Pero tengo pechos
que llenaré de leche,
aunque sepa amarga,
para que mi hijo mame
y no se me vaya.

¡A vosotros os brilla la piel!
¡A vosotros os sobran mantas!
Yo no tengo ni casa,
ni paz, ni patria.

Pero tengo vientre donde
crece el mañana.
Un día mi hijo será luz
y esperanza de su madre,
que ahora, no tiene nada.

Mi hijo, mi mañana.   30-07-02

Mercé Sànchiz