Portada del sitio > LITERATURA > Poesía > A una desconocida en Pakistán
{id_article} Imprimir este artculo Enviar este artculo a un amigo

A una desconocida en Pakistán

Mercé S nchiz i Baell

España



Cuatro veces violada,
cuatro veces ultrajada,
cuatro veces forzada,
cuatro veces penetrada.

Imposible usar metáforas.

Desde mi cuerpo de mujer
se alza una tormenta de lágrimas,
dolor y rabia.
Me sacude un huracán de ira.
Una violenta explosión
me avinagra la sangre,
me corta la leche,
me espanta la alegría,
hasta la saliva,
se me vuelve amarga.

Mientras ella chillaba, lloraba, suplicaba,
un pueblo entero le volvía la espalda.

Mientras unos hombres la reventaban,
otros se tapaban la cara,
algunos reían la bravuconada
y los más, asistían complacidos
ante el cumplimiento de una condena,
en la que la condenada,
no tan sólo no había sido juzgada,
si no que, ni tan siquiera, era la acusada.

Unos, otros, algunos y los más,
de hombres no tienen nada.

¡Ay mi vieja niña azulada!
Me temo que ni en tu tierra ni en la mía
quede nadie con agallas
que, al ver tus ojos sin vida,
tu frágil figura desamparada,
tu soledad de siglos,
tu vida sin esperanza,
sea capaz de sentir vergüenza,
de verse tan repugnante como lo son
los verdugos de tus carnes laceradas,
de tu alma destrozada.
Sea capaz de hacer nada.
¿Nada?
¿Es que ya nada nos espanta?
¿Es que ya nada nos importa?

Aunque tú nunca lo sepas,
querida vieja niña azulada,
esta tarde he llorado,
y he sentido la terrible urgencia
de ir puerta por puerta
contando tu tragedia.
De obligar a quien me oiga
a pedirte perdón.
De inyectar en los cerebros y en las almas,
al menos,
una sombra de humillación.
A llorar contigo, conmigo
si aún les queda corazón.

 

A una desconocida en Pakistán (5-7-2)

Mercé Sànchiz

Este artculo tiene del autor.

344

   © 2003- 2023 Mundo Cultural Hispano

 


Mundo Cultural Hispano es un medio plural, democrtico y abierto. No comparte, forzosamente, las opiniones vertidas en los artculos publicados y/o reproducidos en este portal y no se hace responsable de las mismas ni de sus consecuencias.


SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0