Pues ya tengo a Birra aquí conmigo, con el culo pegado en la esquina de la buhardilla, y completamente acojonada. He contado doce respingos en cinco minutos. Uno por cada vez que me muevo o suelto una respiración más alta que otra. Intuyo que la experiencia de la perrera para ella ha debido de ser un perpetuo terror. También intuyo que va a hacer falta mucha paciencia para ganarse su confianza. Esperemos que los otros dos perros, uno porque ya superó sus traumas y el otro porque pasa absolutamente de mi culo, le ayuden a entender que sólo somos un vasco de poliespán, un minibatman y un cagandurrias con pelánganos, y que puede fiarse completamente de nosotros. Mientras, le echaremos tiempo y mimo, que de eso, con tanto animal zumbado, tenemos las reservas llenas.
Con eso de la operación le han dejado a la pobre un aspecto de lo más extraño. Con toda la parte inferior de rata pelona, y la superior de oveja esquizofrénica. Parece un muffin que se hubiera descontrolado dentro del horno, o algo así. Tengo ganas de poder bañarla y cortarle el pelo en condiciones, para ver exactamente de qué color es. Karlos hace chistes al respecto. Dice que lo mismo cuando la enjabonemos a conciencia y le esquilemos los nudos, descubriremos que en realidad es un mapache crecidito y nos llevaremos el resopón del año.
En realidad, vista desde este ángulo... como que no me sorprendería nada...
Dejo aquí un vídeo que me pasó esta mañana Marieta. Porque por más que vemos en internet, en carteles, en asociaciones proadopción y en todaspartesjuntas que cada día hay más animales que agonizan en carreteras, calles y perreras, seguimos gastándonos 500 y 900 euros en chupiperros de criadero de centro comercial. Y eso, lo dije, lo digo y lo repito, se ponga quien se ponga como se ponga, es un puto capricho de zoociedad pseudoavanzada que evidencia un egoísmo absurdo e inexcusable. Así que, por favor... mirad a Fiona y procuremos entenderlo todos de una vez.
© 2003- 2023 Mundo Cultural Hispano
|
esqueleto | Conectarse |
Mapa del sitio |