ArtÃculo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 24 de enero de 2013
Este artÃculo critica a los medios de mayor difusión en España por su insuficiente y sesgada cobertura de las polÃticas promovidas por la Comisión Europea dando gran visibilidad a los comisarios neoliberales y poca atención, en cambio, a los informes crÃticos de las polÃticas públicas promovidas por tal comisión, algunos de ellos originados por la propia comisión.
El estruendoso fracaso de las polÃticas neoliberales, caracterizadas por promover polÃticas de recortes del gasto público como medida de reducción del déficit y de la deuda pública, está llevando a una reconsideración por parte de varias instituciones y organismos internacionales del mérito de tales polÃticas. Vimos hace unos dÃas cómo el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Sr. Olivier Blanchard, reconoció que el FMI se habÃa equivocado promocionando tales polÃticas, que han sido contraproducentes y han tenido el efecto opuesto al que buscaban. Es decir, al descender la demanda doméstica (debido a tales recortes), las economÃas han entrado en una mayor recesión, incrementando el déficit público (en lugar de reducirlo). Tal reconocimiento (ver mi artÃculo ¿Mea culpa por parte del FMI?, Público, 10.01.13) no fue obstáculo, sin embargo, para que continuaran imponiendo esta austeridad a Portugal al dÃa siguiente de entonar el “Mea Culpa”.
Ahora acabamos de ver algo semejante en la Comisión Europea, una de las instituciones más neoliberales dentro de la estructura de la Unión Europea. Esta Comisión, predominantemente a través del Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el Sr. Olli Rehn, ha liderado la promoción de tales polÃticas de austeridad imponiéndolas a los paÃses de la Eurozona. Su última entrevista a varios rotativos europeos, incluido El PaÃs (“La alternativa a los ajustes en España era acabar en un callejón sin salida”. 18.01.13), continúa reproduciendo los mismos mitos (ver mi artÃculo Mitos de la sabidurÃa convencional, publicado en Público. 21.01.13), impermeable a los datos que muestran el fracaso de tales polÃticas. Pero un nuevo documento ha salido de la Comisión que, por fin, señala que tales polÃticas eran erróneas. Lo firma la Dirección General de la Comisión Europea de Ocupación, Asuntos Sociales e Inclusión y se titula Employment and Social Developments in Europe 2012. En dicho documento se pueden leer frases como la siguiente: “Desde 2011 la ralentización del crecimiento económico, que se ha transformado en recesión en la UE, ha sido la consecuencia de las polÃticas de austeridad que han afectado a la demanda. Como consecuencia, hemos visto un notable crecimiento del desempleo”.
SerÃa aconsejable que hubiera comunicación dentro de la Comisión Europea porque, la misma semana que el liberal Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios alababa las polÃticas de austeridad, en otro lado del edificio donde está ubicada la Comisión se estaba distribuyendo y dando a conocer un informe con gran cantidad de datos, mostrando que tales polÃticas estaban empeorando la situación.
El informe también señala que tales polÃticas de austeridad están contribuyendo a la polarización social dentro de la Eurozona, ahondando todavÃa más el abismo existente entre el centro y la periferia de la Eurozona (llamándolo también entre Norte y Sur). Y, sorpresa, sorpresa, incluye lo que algunos de nosotros hemos estado diciendo: que aquellos paÃses con amplias transferencias y servicios públicos del Estado del bienestar más desarrollados han tenido menos problemas, no sólo sociales, sino también económicos, que los paÃses cuyos Estados del bienestar son austeros, es decir, pobres.
El documento también hace recomendaciones sensibles y muy razonables, como establecer un salario mÃnimo a nivel de todos los paÃses de la Eurozona, a fin, entre otros objetivos, de estimular la demanda doméstica. Presenta también una lectura muy crÃtica de los supuestos milagros de recuperación económica, atribuidos por la Troika (que incluye la Comisión Europea, además del Banco Central Europeo y el FMI) a la aplicación de las polÃticas de austeridad, tales como los casos de Letonia, Estonia e Irlanda. El documento señala que las reformas han sido exitosas para los mercados financieros, pero han sido un desastre para la mayorÃa de la ciudadanÃa. Aunque no utiliza el término “desastre”, los indicadores que señala son claramente desastrosos. Durante el periodo de ortodoxia fiscal (es decir, de recortes), que abarca los años desde el 2008 al 2011, el desempleo casi se triplicó en Estonia, se duplicó en Letonia (y ello a pesar de la enorme emigración de la población joven a otros paÃses), y superó el doble en Irlanda. Esta es la realidad todavÃa ignorada, cuando  no ocultada, en los centros de los establishments financiero, polÃtico y mediático europeos. En España ninguno de los cinco rotativos más importantes del paÃs ha informado de la existencia de este informe.
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