En este preludio de horas
cuando despunta el otoño,
daría mi vida por resucitarme
y no presentir mi ejecución .
Podría admirar como antes
los tornasoles del amanecer,
sentir el palpitar de tu paisaje
en mi memoria de ti.
Pero estoy aquí, entumecida
con esta tristeza tan honda,
que muerdo pensamientos sin verbos
y la boca de la noche quema mis sábanas.
Veo ojos que callan tiempo sin voz
promesas de aire de lluvia y de hiel,
un golpe certero hiere mi costado
y quedo acurrucada lamiendo mi herida.
Xenia Mora
24-03-2005