La lÃrica como otros géneros literarios esta influenciada por las corrientes de pensamiento predominantes en cada momento histórico, es decir, los acontecimientos de orden polÃtico, histórico, social, y cultural marcan el rumbo a seguir por los autores, ejemplos de este mimetismo intelectual lo encontramos en muchos de los escritores o poetas de cualquier tiempo o generación, asà Antonio Machado escritor y poeta perteneciente a la generación del 98, reflejaba en sus composiciones poéticas la amargura y desazón por la pérdida de los territorios de ultramar, declarándose abiertamente castellanista, en un alarde de reivindicar lo que queda, lo nuestro, los orÃgenes del imperio colonial español, como en Campos de Castilla, expresando con ello implicitamente un exacerbado sentimiento nacional y patriótico, por su parte otro de los muchos ejemplos que podrÃamos citar lo representa el poeta Miguel Hernandez, pues a pesar de que su obra transcurre a lo largo de varias etapas vitales, la guerra civil española dejó una profunda huella en algunos de sus textos como en Vientos del Pueblo.
Hemos citado dos autores aunque la relación podrÃa ser interminable, sin embargo hay un nexo común entre todos ellos, todos se impregnan de las sinergias y silogismos de su tiempo, sienten como propias las desgracias y vicisitudes ocurridas y los distintos fenómenos que acaecen en su sociedad coetánea, reflejando desde su propia perspectiva vital, un punto de vista personal e intimista, que se corresponde más abstracta o concretamente, con una realidad existente en la sociedad más inmediata a la que pertenecen.
AsÃ, de este modo, a lo largo de la historia de la lÃrica poética muchos han sido los estilos, corrientes, y formas de expresión de manifestar la realidad social por los autores o poetas, asà hemos asistido a tendencias basadas en algunos casos en manifestaciones artÃsticas más propias de la pintura o de la arquitectura, como el modernismo mediante el cual, se prima la ornamentación lingüÃstica, los epÃtetos, en definitiva la exquisitez estética; el cubismo a través del cual el autor combinando la simultaneidad de ideas, sensaciones, y la disposición gráfica de las palabras, junto con la ruptura con la rima y las puntuaciones pretende captar la realidad desde todos los ángulos posibles; el surrealismo entendido como la imagen de la realidad deformada; o el denominado Pop - Art o simbiosis entre el arte visual y la lÃrica poética.
En muchos otros casos, el autor o poeta, como se ha relatado en los párrafos precedentes ha descrito la realidad social más inmediata tomando una posición definida, fiel a sus convicciones personales, morales, o de otra Ãndole, ante los acontecimientos, o hechos de transcendencia social.
Existen ejemplos heterodoxos alejados de cualquier corriente de pensamiento, que demuestran la firmeza de convicciones del autor o autores al implantar o crear su propio estilo o tendencia, a pesar de las crÃticas, este es el caso del poeta Luis Rosales que si bien se encuadra dentro de la generación del 36, creó la denominada PoesÃa Narrativa, o del ilustre Ramón del Valle Inclán, adscrito a la generación del 98, y creador del Esperpento, este tipo de circunstancias se producÃan cuando se trataba de introducir un nuevo estilo o corriente, por citar un ejemplo baste recordar las vicisitudes del movimiento DadaÃsta, para tratar de que sus manifestaciones poéticas fueran aceptadas como una forma de expresión literaria.
Llegados a este punto, no debemos olvidar que independientemente de los estilos, y formas de manifestación existentes, el autor o autores se encuentran sujetos transitoriamente a una realidad social, y que son ellos a través de su conciencia social e individual los que deben reflejar los acontecimientos de su época.
En este sentido, es importante señalar que nuestra sociedad actual, padece serios problemas de indefinición, lo que conlleva por unos u otros motivos a procesos constantes de desviación, manifestándose estos a través de fenómenos de marginalidad, de exclusión, de desocialización, de radicalización, de discriminación, de desintegración y de intolerancia.
La irrupción de la llamada Sociedad de la Información, y de las Nuevas TecnologÃas, ha tenido una importante repercusión en el lirismo actual, el poeta contemporáneo vive inmerso en una sociedad moderna que se enfrenta a difÃciles retos como son los fenómenos de superpoblación, el imparable avance de la ingenierÃa genética y celular, la optimización de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, dentro de este contexto el autor debe reivindicar el carácter humano y sensorial que ofrece la poesÃa, a pesar de su condición de genero minoritario, en contraposición a una sociedad cosmopolita basada en el pragmatismo, y en unos valores bastante alejados de lo inmaterial, esta sociedad en algunos cÃrculos se define como Cool, un término anglosajón, que define muy bien sus caracteres propios.
Algunos autores con la llegada del siglo XXI creyeron que se iba a producir un punto de inflexión, en las artes, y en concreto en la literatura, se pensaba que iban a generarse nuevas corrientes de pensamiento, y que todo experimentarÃa un cambio radical, pero esto no fue asÃ, el cambio de milenio no vino acompañado de nuevas formas de hacer poesÃa, aunque muchos hablen del cibernetismo, o futurismo, como nuevas corrientes literarias muy en sintonÃa con la nueva sociedad tecnológica actual, ya que, estas tendencias cuyo denominador común es la exaltación de la máquina, de la computadora, del ordenador, y de la tecnologÃa, ya existÃan tiempo atrás como manifestaciones de última generación.
En definitiva, la poesÃa española actual se debate entre posiciones que van desde la poesÃa tradicional, que rinde culto al clasicismo, que respeta escrupulosamente las rimas, y figuras literarias, y que preconiza una humanización de la lÃrica, pasando por un lirismo ecléctico, es decir, aquel que sabe combinar lo mejor de cada tendencia o corriente literaria, hasta desembocar en una poesÃa verdaderamente desposeÃda de cualquier reminiscencia clásica, con predominio del versolibrismo, de un antirromanticismo declarado, y con una temática que aborda nuestra realidad social más inmediata.
En conclusión, la poesÃa española actual camina, por un lado hacia una poesÃa tradicional escrita desde posiciones de vanguardia, y por otro lado hacia una poesÃa de vanguardia escrita desde posiciones tradicionales.