Y de chorrito en chorrito...
HabÃa una vez un agujero chico en el fondo de una lata verde, muy loca, que estaba llena de miel, de miel de abeja, que se salÃa de chorrito en chorrito, gota a gota, hasta que se acabó la miel: toda.
También habÃa un techo; sÃ, el techo de mi casa, con un agujero muy pequeño por donde el agua llovÃa cuando llovÃa, gota a gota, de chorrito en chorrito.
ExistÃa, además, otro hueco, pero éste no era chico... !Este sà era grande, un hueco grandote, tan grande que sus bordes no se veÃan unos a los otros, ni siquiera para darse los buenos dÃas! Este hueco grandote en el que sus bordes no se veÃan, estaba en el cielo, en lo alto del cielo, y por ese hueco tan hueco se derramaba el tiempo, de perdÃa el tiempo... la vida.
Mi tiempo, tu tiempo... vida.
La vida, tiempo de todos, nosotros y aquellos.