No me arrepiento de haber vivido con la mano extendida, la palabra presta, el oÃdo atento.
No me arrepiento de haber cargado el lastre aún de mis enemigos
No lo hice por recibir recompensas,
sólo para estar en paz conmigo,
que la conciencia no ronde la tranquilidad de mis noches.
Ni por la misericordia del Dios heredado.
No me arrepiento por haber tropezado en el camino, porque estoy en pié con mejor ánimo y aún sigo el camino.
No me arrepiento por remendar las alas de mis sueños,
ni las velas de mi barca donde navego a mi pequeño mundo escondido,
ése que protejo de todos los que buscan una recompensa, al pequeño botÃn de sus sacrificios.
No me arrepiento de haber vivido con el bolsillo de mi corazón vacÃo
porque sólo he buscado siempre el amor y un amigo.
--------------------------------------------------------------------------------
Si para ganar la cima
deberé antes reptar,
permanezco aquà con todos,
con aquel que es mi igual.
Y no es mucho todo el oro,
si la frente he de humillar.
--------------------------------------------------------------------------------
Como pozo vacÃo,
El corazón,
Ningún sentimiento guarda.
Playa solitaria,
donde no estallan,
impetuosas olas
con sal de lágrimas bordadas.
Asà el alma,
solitaria,
carente de emoción aguarda.
La espuma no adorna,
con sus besos,
la boca de arena de esta playa,
donde muy despacio,
vencidas se ahogan,
una lágrima
y la posible sonrisa de mañana.
--------------------------------------------------------------------------------
Temor sentimos al pensar;
pensar, analizar, concretar lo abstracto.
Romper el lazo animal.
Ir al encuentro de la verdad,
la propia interior.
No siempre esa verdad Ãntima
concuerda con la realidad cercana,
que impone su lógica frÃa,
a la humilde,
pero propia porción de verdad.
Entonces el miedo erige su reino,
temor se siente de pensar,
caer en la simulación asqueante,
hasta se prefiere ser animal.
Comprometido trabajo;
ser persona
verdadera, coherente.
Conocer la propia frontera,
romperla, ir más allá
aunque signifique muerte.
Con todo nuestro amor intacto,
la dignidad necesaria,
no vestidos de payasos,
aunque nos cubran harapos.