Silvio Berlusconi. / AP
Es un caso único, según los dos investigadores de las universidades de Padua y Trieste que han publicado el estudio en la revista cientÃfica Cortex. Un ama de casa italiana de 66 años, V.Z., sometida a pruebas durante varios años, sufre un raro caso de deterioro del lóbulo temporal mesial del cerebro y no es capaz de reconocer a nada ni a nadie. Ni cosas, ni animales, ni a su marido, ni a su hija, ni personajes famosos, como Napoleón. Pero un buen dÃa le pusieron delante una fotografÃa de Berlusconi y la clavó: «SÃ, es un hombre muy rico, que tiene muchas cadenas de televisión y triunfa en la polÃtica». Los médicos se quedaron de piedra. Sólo encontraron otras dos imágenes que aún persistÃan en su cerebro: una foto de Juan Pablo II y otra de un crucifijo. No obstante, el reconocimiento del pontÃfice era parcial, porque la paciente sólo sabÃa que era «el Papa», sin aclarar su nombre. Además dejaba de identificarlo cuando le mostraban ilustraciones en las que aparecÃa sin las vestimentas papales. Según estos dos neuro-psicólogos, Sara Mondini y Carlo Semenza, puede existir en el cerebro un canal de reconocimiento icónico, distinto de los que identifican objetos y rostros. Con todo, no hay quien entienda por qué Berlusconi ha quedado tan impreso en el cerebro de esta buena mujer. Como en La naranja mecánica, es inevitable pensar en el bombardeo mediático masivo que Berlusconi practica desde que entró en polÃtica.