Mirando los relatos de un poeta
lloro y lo juzgo como extraño
al ver que surge hasta aquel año
en que su aliento huye cual cometa.
Lloro cuando a mi edad descubro
quién fué y créome insensata
ahora que él no existe yo me alumbro
con la que fuera luz en su fogata.
Leyendo cada verso inquisitiva
yo trato de entender lo que ocultaba
aquello que recuerdo de su vida
las veces que gritó cuando callaba.
Pasivo y silencioso escudriñaba
los clásicos reflejos de estudiante
Callado nos veÃa a cada instante
tal vez porque sus versos ordenaba
Jamás imaginé cuánto talento
drenaba su sutil melancolÃa
con lágrimas firmó su poesÃa
fué el sello de su libro el sufrimiento.