Cada celebración de un Foro Social Mundial es un encuentro del movimiento popular mundial que lucha por ese Otro Mundo Posible, hoy, tan necesario y urgente. En el día de ayer dio comienzo, oficialmente, esta nueva edición 2013, con una manifestación que recorrió varias de las avenidas principales de Túnez, partiendo de la plaza protagonista de la primavera árabe, la ahora 14 de enero, en conmemoración del proceso revolucionario iniciado en 2011.

El esfuerzo transformador realizado por los diferentes movimientos sociales, organizaciones políticas, activistas y ciudadanos conscientes, � tanto de Túnez como del resto del mundo, será el que, realmente, marque el rumbo de esta nueva edición del FSM, así como también, � el que impulse al proceso de confluencia de luchas y búsqueda de alternativas que es preciso se abran a partir de estos encuentros.

El pueblo que lucha por ese Otro Mundo Posible, necesario y urgente es el que salió, ayer, a la calle, en una marcha pacífica y � multitudinaria, con el acompañamiento de gran cantidad de tunecinos. Se escucharon cientos de voces contra la opresión, la injusticia social, el pago de las ilegítimas e ilegales deudas externas, � las guerras como dominación económica, política y cultural, la violación de derechos humanos, las dominaciones hegemónicas e imperialistas. Voces que provenían de colectivos de mujeres, jóvenes, desempleados, sindicatos, maestros y discapacitados, entre otros.

Los lemas, gritos y cantos por las luchas unidas y los valores, marcaron la marcha, porque “África no se vende”, porque “es posible un mundo diverso”, porque “caminamos juntos para el cambio”, porque la justicia social y ambiental tiene que ser global, llamándose a la unidad de las luchas, porque “cada uno según su necesidad y no según su autoridad”, porque “el coram y la suma como identidad de los antepasados y los descendientes”, porque “la unidad de la nación es un signo de fuerte fe”, porque “cuando mi país está vivo la falta de límites del enemigo pierde dignidad”, porque “sí al turismo de la revolución y no a la transgresión del imperialismo”, porque “si hay un desarrollo social habrá una dignidad humana”, porque todos, negros, mestizos, amarillos y blancos tenemos los mismos problemas y por tanto, las mismas luchas.

Sí, juntos articularemos las luchas y nos llenaremos de fuerza para seguir en el trabajo diario, en el trabajo local con miradas universales. Este Foro es uno de los tantos espacios para la puesta en común de estrategias, de visiones para converger en alternativas al sistema económico actual, a la situación de injusticia social y ambiental, de mostrarnos para seguir comprobando nuestra pluriculturalidad, que debe constituirse en los cimientos éticos y políticos para la necesaria transformación de la estructura organizacional mundial, siempre teniendo en cuenta las particularidades por continentes y haciendo esfuerzos por unificar o consensuar los contenidos de los conceptos, del lenguaje, que la mayoría de las veces nos separa.

Por ello, a partir de hoy se debatirán en el Foro Social Mundial, en una agenda inabarcable, repleta de actividades y talleres, temas como la construcción de universalismos en respuesta a la crisis civilizatoria y a la mercantilización de la vida, al calentamiento global, por la libertad de circulación y establecimiento, por el derecho al patrimonio cultural de la humanidad, la descolonización del pensamiento y la democratización del saber, de la cultura, de la comunicación, de las tecnologías, el derecho de los pueblos a disponer de sus recursos, la participación de todos/as en las decisiones políticas y económicas en todos los niveles, es decir, la construcción de alternativas al actual� sistema económico, actual modelo de producción, distribución� y consumo capitalista.� A través de la cooperación, la justicia fiscal y la redistribución internacional de la riqueza, revisando cómo se produce, se distribuye y se consume, con Soberanía Alimentaria y Soberanía energética; reflexionando, además, sobre el sentido de las luchas y � del proceso del propio Foro Social Mundial.