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Camino, Hombre y Campana

Campanas del camino a la muerte

Daniela Giucci

Uruguay



El Camino

En el desierto. Camino nuestro,
En la alturas condensada de consejos
Estudiar, experimentar con cautela,
El espejo vacío. La imagen en frío
Todo lo negativo, lo deprimente
En el camino olvidar, lo sombrío
El mundo real, libre, y sin dueños
Con esperanza y alegría que acecha
Por el camino seguir por mis venas
Sensación e idea, impulso, paraìso
Seguir en paz, prolongado tiempo
Amigo, del camino, del bien y del mal,
De ahí el descano, sensaciones
Perdiendo a veces el destino
Violencia y desgaste perpetuo
El solitario, el vagabundo, se apaga
El amigo imaginario, ahora sin razón
Violencia, oprime el corazón
Dormido y fracasado, como monigote
Como cenizas su necesidad de volar
La muerte , el camino de la huida
Quiero, pero ¿ aceptar el camino?
Pobre quien sigue al bien, para
Liberar a Mario, del trayecto
Organizar su rompecabezas
Borrar sus estrellas que se apagan
¿ es libre quien muere?
¿Cuanto dejas detrás, y para qué?
A veces el miedo, terror, al momento
Pasivo, inactivo sentimientos, sin voluntad
Considerado aire, y no inspiración
¡Final necesario! ¡Camino precario!
Sin esfuerzo, deliberado, persuasión
Que apuntan a mi, a ti, a ellos
Frente a cada tormento, de no vivir
Sin saber ¿ qué hacer?
Sentir la muerte, el trayecto a ella
Como condición, como algo seguro
¿ quién consume la verdad?
Entre el cielo y la tierra,  su presencia
Flaqueza y debilidad frente
A lo que no ves, no tiene luz
Llegado el momento, reina la paz
Consejos, no hay.  Necesario
es el motivo de vida, el camino
Sin dinero , sin nada material
El camino divino y espiritual
El lugar donde reposar
Oscuro, sin prisa , ni tiempo
Lo más abandonado a la suerte
Oscuridad que defiende,
Cenizas que nos envuelven
Flores que dejan, al pasar
Recuerdos de vida , de andar
La sombra se acomoda a tu lado
Un instante, y el camino
Como nunca, como siempre
Un sólo camino, la muerte
Puede que te olviden, puede que me olviden
Reposando las cenizas junto al alma
Saldremos para reencarnar en otro
Imposible, o ¿ cierto?
En la vida, el acto, es una decisión
Con facultades , con consejos
La muerte una ocasión
Sin movimientos, sin reflejos
Algo sobrenatural, intriga de intrigas
Reina de todo final
Para algunos de lo celestial
Somos, si es que somos
Seremos, si es que seremos
Si fuera de carne y hueso
Indestructible muerte, para ti expreso,
¿ cómo sería la vida eterna?
Temible camino, misterioso,
Encuentro de noches largas y negras
Un secreto, espera sin tiempo
Locura sin nombre, sin abrigo
Amar, no amarte, eternamente
Sentimiento demasiado fuerte
Con las manos llenas o vacías
Vida larga y fría
El camino de mi camino
Transparencia sin destino
Bajo el abrigo, de ángeles
Morir es desatarse de lo terrestre
La historia queda, y estamos fuera
El hombre sin nombre, la campana que suena
Se introduce el veneno, de la ausencia
Lágrimas, hombres con amargura
Llevan flores que no duran
En el  vacío del cementerio
Los pasos desnudan los pecados
Consumen con amargura
Nicho oscuro, sin aliento
El hombre ve el monstruo
De lágrimas y dolor a su alrededor
El hombre, yo tengo miedo de ese día
Como animal sólo, sin guarida
El enemigo, amigo, la muerte
Sorprende con su máscara de miedo
Cuando tocan las campanas,
De la agonía, sin vida despiertas,
Sin esperanza, la campana ahora desierta
En la soledad , sin ruidos,
Veo la misteriosa muerte,
Como hojas de otoño que caen
Sólo, sin nadie a quien hablar

Este artículo tiene © del autor.

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