Portada del sitio > LITERATURA > Artículos literarios > UNIDAD NO SIGNIFICA UNIFORMIDAD (En respuesta a Ramón Fernández Palmeral)
{id_article} Imprimir este artculo Enviar este artculo a un amigo

UNIDAD NO SIGNIFICA UNIFORMIDAD (En respuesta a Ramón Fernández Palmeral)

España no sólo es Castilla

César Rubio Aracil

España



El concepto de España como nación, según entiendo, parte de la integración de los reinos de Aragón y Castilla, por intereses reales más que por auténtico sentimiento unitario. ¿O es que a las monarquías les ha interesado un rábano cualquier asunto contrario a sus pretensiones egoístas?

Las inquietudes de Ramón Fernández Palmeral respecto a la unidad de España, manifestadas de la manera como las expone en su artículo “La nación española”, no logro entenderlas. Principia su discurso pretendiendo hacer un análisis “frío y argumentado” de la situación política territorial española, y, sin intentar referirse al porqué del Tripartito, arremete contra la “debilidad de nuestro gobierno, que hace pactos con socios peligrosamente separatistas”. Mal comienzo, amigo Ramón. Las descalificaciones, si proceden, deben hacerse en el momento de concluir el análisis.

A continuación, con una prosa enrevesada, nos habla sobre la convocatoria de un "posible" (el adjetivo es aportación mía) referéndum “lamentable”. ¿Lamentable? ¿Por qué, si una consulta de esta clase siempre es enriquecedora y apuntala la democracia? Luego, una vez citado el Art. 167.1, del que no especifica su procedencia, contradice su propósito de frialdad analítica y debida argumentación sobre el caso que nos ocupa, empleando epítetos como "tahúres" y "cabeza de bordillo". amén de "Zepelín Palaciego" (más adelante, por error, escribe "Zapelín") como insulto al Presidente, sr. Rodríguez Zapatero. De este modo no se analiza un asunto tan importante, y menos cuando las sensibilidades están a flor de piel. España necesita un debate serio y, por lo tanto, desapasionado, precisamente cuando lo que está en juego es su auténtica unidad. Digo "auténtica", porque nuestro pretérito debe ser tratado con el máximo rigor para que, partiendo de un estudio aséptico de nuestra realidad histórica, podamos saber a qué atenernos. Si Cataluña, el País Vasco, Galicia y Castilla son naciones, mis conocimientos sobre Historia no me permite asegurarlo ni negarlo. Sí, en cambio -con independencia de que el señor Rodríguez Zapatero se haya equivocado o no apoyando al Tripartito-, estimo conveniente -insisto- un debate nacional en el que se comprometan intelectuales, políticos, historiadores, etnógrafos y sociólogos con el fin de que, sobre todo el pueblo llano, llegado el momento oportuno, haya madurado lo suficiente para tomar decisiones de envergadura.

Lamento tratar con dureza al amigo Ramón Fernández, a quien estimo por su humanismo, preocupación por la cultura y demostrados esfuerzos en favor del progreso. Hubiese deseado referirme a esta persona -como he hecho en otras ocasiones- en otros términos; pero su postura ante el problema de la unidad española me ha obligado a optar por la severidad. Su análisis no ha aportado nada nuevo y sí, en cambio, aunque no lo haya pretendido, ha prestado su apoyo a una oposición cuya finalidad no es otra que desprestigiar a nuestro presidente, sin reparar en el enorme daño que está haciendo a Cataluña y a todos los españoles. Los políticos catalanes tienen sobradas razones para protestar por el trato recibido. ¿Cuántos de ellos han tenido peso en los sucesivos gobiernos nacidos después de la Transición? ¡Ah, si Cataluña hubiese tenido poder en la dirección política, económica y social de España! Hoy probablemente estaríamos a la altura de países como Francia. Pero eso Ramón no lo contempla en su análisis. No puede tenerlo en cuenta, porque el apasionamiento le traiciona.

En sucesivas ocasiones he escrito en este foro sobre la unidad de España. El señor Carod Rovira ha estado en el punto de mira de mis críticas, y lo sigue estando. Reconozco haberme equivocado a veces en mis apreciaciones, pero, al menos, he procurado aportar ideas basadas en la lógica. Dije en uno de mis artículos que la actitud de ERC crearía radicalismo en sus bases, y creo haber acertado en mi pronóstico. Con la ayuda del PP y de la Iglesia Católica, Cataluña ha crecido en sus convicciones nacionalistas. El "Estatut" (no debería haber entrecomillado la palabra "Estatut" porque, aunque sea un vocablo catalán, no deja de pertenecer a una lengua viva que es de todos los españoles) es una realidad innegable. Quiera el Destino que salga adelante. Si así sucediese, veríamos si el PP, aunque volviese a dirigir la nación, tendría suficientes "hormonas" para tumbarlo. Es cierto que el PSOE ha cometido bastantes errores y sigue en sus trece sobre éste y otros asuntos de alta política. Sin embargo, con el valioso apoyo del Tripartito, ha conseguido legislar y llevar a la práctica asuntos progresistas de envergadura, capaces de prestigiar internacionalmente a nuestra nación. Actitud ésta que aporta un motivo más para la unidad, le pese a quien le pese y digan el PP y la Conferencia Episcopal lo que les plazca. En cambio, ciertas personalidades relevantes de la política "derechona" (palabra que le pido prestada a Paco Umbral) han traicionado a Cataluña y a España entera, incluida aquélla, con boicoteos indecentes que los catalanes no han ejercido en contra de ninguna Comunidad. ¿Cuándo, amigo Ramón, nuestros hermanos catalanes han influenciado a sus ciudadanos para que no compren naranjas valencianas? ¡Perra vida!

Asegura Ramón Fernández que los “Estatutos autonómicos tienden la disgregación, a la divergencia y la desarticulación de España como nación o nación de nacionalidades o supranación” (copio textualmente sus propias palabras. La sintaxis, puntuación y semántica son suyas), pero no es cierto. Precisamente la diversidad engrandece la verdadera unidad; lo contrario agrandaría la atomización. En mi criterio, España -quiérase o no- es un Estado plurinacional. El nacionalismo pasivo: preservación de las distintas culturas, lenguas y costumbres, facilita el enriquecimiento. Otra cosa distinta es el separatismo. Cataluña, país inteligente, emprendedor y motor económico, cultural y social de España, pienso que en el fondo no aspira a disgregarse de nuestra nación, aunque sí a que se respete su idiosincrasia y se le tenga en cuenta a la hora de gobernar. ¿Consideras justo, querido amigo Ramón, que mientras la Comunidad Valenciana derrocha nuestro dinero en la ruinosa "Terra Mítica", protege a políticos corruptos, mantiene una sanidad y una educación públicas desastrosas, propicia el despropósito ecológico, facilita la construcción incontrolada en el litoral y tiene como norma el desprestigio del señor Rodríguez Zapatero, Cataluña puede sacar de sí misma la voluntad solidaria que ha demostrado a través del tiempo? Reflexiona, y no caigas en el juego de un PP cuyo rumbo sigue con fidelidad los intereses del Vaticano y de la clase dominante. No te acuso de derechista. Tus conceptos patrióticos, los respeto. Respeta tú mis ideas. Ante todo, me considero ciudadano del mundo. Mi patria sigue siendo la Tierra; España, la cuna donde nací; Cataluña, mi seña de identidad geográfica (porque me siento más catalán que valenciano), y Alicante un feliz accidente natal. Pero, sobre todo, como integrante de una nación, soy español. Unidad, sí. Uniformidad, rotundamente no.

(Hace unos días, coincidiendo tú y yo en el IV Encuentro Nacional de Escritores y Poetas, me aseguraste que te gusta que te ataquen literariamente, pero con fundamento. Para ello, creo haber ordenado mis ideas. Si no es así, respóndeme. Pero mide bien tus palabras. Yo, las mías, las paso por la lupa. Aun así, me equivoco muchas veces, lo cual me preocupa. No obstante, si considero que estoy en un error, no tengo inconveniente en admitirlo públicamnte, incluyendo las equivocaciones gramaticales. Pero, eso sí, pese a mis numerosas faltas lingüísticas, consulto diariamente el DRAE más de 100 veces, ya que la página de Denis y sus lectores merecen mis respetos.)

Un abrazo.

Augustus.

Este artculo tiene del autor.

1979

   © 2003- 2023 Mundo Cultural Hispano

 


Mundo Cultural Hispano es un medio plural, democrtico y abierto. No comparte, forzosamente, las opiniones vertidas en los artculos publicados y/o reproducidos en este portal y no se hace responsable de las mismas ni de sus consecuencias.


SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0