Un viaje...:
Veo la inmensidad del horizonte
desde la ventanilla
de un tren,
la gente a mi alrededor
dialoga palabras
que no llegan a percibirse
pero que me ayudan
a reflexionar.
Mientras sigo observando
la vegetación que me rodea
buscandome a mi mismo
y de repente:
algo interrumpe
mis pensamientos.
Ella a penetrado
las puertas automáticas
del vagón;
mis sentidos
comienzan a flotar
en el universo
de sus ojos
y todo desaparece;
solo ella
cautiva mi cuerpo
que se sumerje
en el torrente de su sangre.
Veo estaciones que desaparecen,
la gente sigue murmurando
palabras incoerentes;
pero mi corazón
esta con ella
que se ha perdido
en la bruma del tiempo...
Gustavo Daniel Alonso - 30 / nov./2005
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