–  Visión panorámica -

Complementando mis observaciones sobre Paraguay, diré brevemente unas características de ese país, por lo menos en aquella época (y según algunas personas que conozco, no cambió mucho la situación).

Fue ahí donde vi por única vez en mi vida, la cara de un traficante de drogas, un joven que era viciado hacía muchos años, pero hacía poco tiempo que se había iniciado en el “comercio”. Él me contó como puede pasar la “mercadería” sin problemas en las fronteras del país, como hay múltiples formas de entrar, sacar, cultivar, elaborar, comprar y vender diferentes tipos de drogas; todas esas formas, abiertas, conocidas, permitidas y hasta fomentada por la misma policía.

Fue cuando volví a Buenos Aires, que entré en contacto con una entidad benéfica internacional que lucha contra el narcotráfico y a la vez proporciona técnicas de rehabilitación. Entonces supe que en todos los países de América Latina existen “productores” que abastecen más del 80 % del consumo mundial de drogas. Existen lugares donde ni el ejército se atreve a entrar, en diferentes países. La red de distribución es amplia, variable y sólida. El lavado de dinero es procedimiento organizado y rutinario.

Pero no es solamente por esto que América Latina se convierte en la oveja negra del planeta.

Durante varios años fui a México y cada vez que iba me quedaba de 1 a tres meses. Ahí conocí otra cultura, producto también de conquistas y colonizaciones, pero con influencias tanto ancestrales (mayas y aztecas) cuanto de la proximidad del evolucionado capitalismo de los Estados Unidos y del aberrado régimen comunista de Cuba, sumado a la pobreza de los nativos mexicanos del sur, que se reproducen como langosta y la cercanía de los países de América Central, con su ignorancia, sus enfermedades endógenas, sus cataclismos tectónicos, su falta de personalidad propia mixturada con su cultura musical que se defiende para sobrevivir. México es un gran país, a pesar de todo eso, con un espíritu de unidad y patriotismo arraigado a través de los siglos, pero no es un punto de referencia más allá de su constantemente evolucionada tecnología e industria.

Viví 9 meses en los Estados Unidos, 3 en Hollywood y 6 en una ciudad cerca de Tampa, en la Florida. Lo que se ve en las películas sobre los asaltantes que llevan el botín “para Sudamérica” es una realidad. En países donde el dinero no es un medio de efectuar transacciones comerciales, sino un objeto que sólo puede ser conseguido en cantidad aceptable para una supervivencia por unos pocos (según estadísticas, el 10% de la población posee el 90% del dinero en el promedio de los países del Tercer Mundo), cualquiera que llegue con dinero es instantáneamente dueño y señor del lugar. Puede comprar una estancia en Argentina, una Fazenda en Brasil, o lo que sea... montar una red de supermercados o cualquier cosa, que NADIE va a preguntarle de DÓNDE consiguió ese capital.

Criminales nazis y genocidas llevan vidas de reyes en Bariloche, en alguna ciudad perdida de Uruguay o en Venezuela....

Plantadores de algodón, de caña de azúcar, criadores de ganado, productores de caucho, ... si su pasado fuera hurgado, se encontrarían no pocas sorpresas, y hasta su presente mostraría que la explotación de los trabajadores llega al punto de la esclavitud, en selvas, montes, islas, litorales de ríos...

Se habla de la superpoblación del planeta, de hacinamiento. Já! El planeta está vacío! Y los pocos habitantes que posee lo están destruyendo con CIUDADES superpobladas poluíndolo y enormes áreas sin habitantes, siendo devastadas por un descontrol ciego y egoísta.

La raza humana tiene solamente dos características en común: TODOS los habitantes conseguimos respirar la atmósfera del planeta y TODOS nosotros somos seres espirituales poseyendo un cuerpo con una estructura anatómica común, con todas las implicaciones que eso significa: nos reproducimos de la misma forma, eliminamos los desechos corporales de la misma forma, etc. Fuera esas dos características, cada individuo es un universo, cada personalidad es diferente, pero si la ESPECIE quiere sobrevivir como tal, debe tener conciencia que el petróleo de los árabes pertenece al esquimal, que las ballenas de los mares del sur pertenecen a los africanos, que el uranio de los Andes pertenece al griego, que la madera del Amazonas pertenece al nepalés, que el trigo de la Pampa pertenece al biafrano... que el planeta todo pertenece a CADA UNO de nosotros y que es ridículo hablar del Primer mundo, del Tercer mundo, cuando sólo tenemos UN mundo!

No existe ni existió religión que haya conseguido criar esa conciencia de unidad planetaria y, a pesar de que existen muchos movimientos propugnándola, hasta ellos son movimientos, organizaciones y entidades inconexas!

Es así como el Apocalipsis bíblico se torna inevitable futuro y fin de una especie que podría expandirse, como muchos visionarios de la Ciencia Ficción lo escriben en sus novelas osadas, pero que, sin unión, sólo va a ser eso: una novela ficticia.

El nivel de vida de Suiza y otros países europeos, el poderío de las potencias económicas, la asunción del papel de Dios por parte de los Estados Unidos, la ignorancia extrema de países regidos por religiones radicales, la miseria y pobreza absurdas de países con recursos agropecuarios, auríferos o diamantíferos que harían de su población un príncipe en cada casa, América latina como basurero del mundo, donde las peores escorias son acogidas y bienvenidas, constituyen la mayor DESintegración planetaria que cualquier historiador galáctico (si alguna vez existió o ha de existir) podría describir.

Será que aprenderemos la lección a tiempo?