Portada del sitio > TRIBUNA LIBRE > Bancos y Cajas de Ahorro
{id_article} Imprimir este artculo Enviar este artculo a un amigo

Bancos y Cajas de Ahorro

César Rubio Aracil

ESPAÑA



Notas: D. Julio de España, citado en este artículo, fue en la pasada legislatura Presidente de la Diputación Provincial de Alicante.
Artículo enviado a la prensa local y no publicado.

Con la mayor brevedad que me sea posible.
Hago cola en una caja de  ahorros (para dos ventanillas, la tercera está inhabilitada de modo circunstancial por desayuno del empleado/a. Cosas de la reducción de plantilla: la Banca gana poco). Hay más de 30 personas esperando ser atendidas. Cuando llega mi turno, trato de abonar un recibo cualquiera. La amable trabajadora bancaria que  me atiende, me responde que este tipo de ingreso es admitido únicamente en horario de 8,30 a 10 hs. los días martes, miércoles y jueves no festivos de cada semana. "Tiene usted a la vista el anuncio", añade para ser más explícita. Sigo insistiendo. La advierto de que, al amparo de la Constitución, no permito ser discriminado en relación a otros clientes; que estoy en horario oficial y, por tanto, voy a persistir en mi empeño de alcanzar lo que me propongo, y que domiciliaré mi nómina donde me dé la real gana, cuando me apetezca. "Señor, hay clientes esperando. Haga el favor de ajustarse a las normas". La miro. Ella a mí, también. "Dígame qué saldo tengo en mi cuenta", la apremio. Sonríe la empleada de manera que parece haber hallado la solución a la cuadratura del círculo. "En este caso no tiene usted problema alguno, señor. Se lo abono en cuenta". No lo admito. Exijo información acerca de mi saldo, deneí por medio. Sorprendida, me lo facilita, mecanizados los correspondientes apuntes. "Quiero cancelar mi cuenta, y además que me proporcione una hoja de reclamación". Se ausenta un par de minutos, y cuando vuelve a su puesto de trabajo, sin mediar más palabras me admite los 36 euros (¡vaya rollazo de euros!) que yo tenía dispuestos para el citado pago. Era un jueves... o tal vez viernes, a las 12,30 hs.
 Cuando en España no hay justicia (nadie confunda a España con don Julio de España ni a justicia con el Poder Judicial, no vayamos a liarla), y colmado el grado de paciencia aceptable para no caer en la indignidad, lo único que nos queda a los de a pie es hacer valer nuestros derechos, aunque sea a patadas legales. Sin temer a la impaciente clientela que espera ser despachada, ni cohibirse por tener que alzar la voz si es preciso, o por exponerse a ir al trullo si es menester, caso de blasfemar contra la Banca, contra el Estado,  o contra los serafines del Opus que apoyan al PP. Pero hay más, y esto es algo con lo que me corresponderá batallar en breve, cosa que haré, pongo a Ondebel por testigo. Cualquier cuenta corriente o cartilla de ahorro normal no tiene rentabilidad alguna. Sí, en cambio, gravámenes: por apuntes, por mantenimiento, por gastos de correo ... Lo concerniente a la correspondencia, además de suponer una cicatería propia de la usura, es un cachondeo permitido por la autoridad correspondiente. Veamos. Cada carta que me envía el banco me cuesta ... no sé cuánto. Pero algunas de esas misivas -¡hay que joderse!- se aprovechan para remitirme propaganda  de libros, de vajillas caras, de joyería, de seguros de hogar, de vida, etc. ¡Pero bueno...! (Yo creía que los bancos solamente se dedicaban a negociar con ciertos fondos, no a entrar en competencia arrolladora con las compañías de seguros y librerías, a costa de los indefensos ahorradores.) Mas todo el mundo, juventud y madurez, chito mondongo y a criticar por lo bajinis, ¡viva la Coca-Cola!, no sea cosa que me quiten la pensión. ¡Y después aún tienen morro algunos para condenar el terrorismo!
 ¡Lo juro por mi José! A éste, que lo es, no le cobra más correo ningún banco ni caja de ahorros ni madre que parió a la cordera. Y pagaré mis recibos en horario normal, los días laborables. A no ser que la Carta Magna se haya aprobado para medro de los más listos, que ya van siendo tropa entre la elite de los bienolientes, o que yo sea tan ciruelo que me la pise meando. He dicho.

Este artculo tiene del autor.

2369

2 Mensajes

  • Bancos y Cajas de Ahorro 27 de noviembre de 2008 23:21, por yanire

    Es una estupidez todo lo que dice. El horario de pago de recibos está marcado en las normas del banco o caja. Usted no puede pasar esa norma por alto. Domicilie sus recibos y no tendra estos problemas.

    • Bancos y Cajas de Ahorro 28 de noviembre de 2008 20:26

      Cuando una persona califica de "estupidez" algo que está en el ánimo de la sociedad, además de carecer de educación, atenta contra la dignidad de quien manifiesta públicamente sus impresiones.
      ¿Por qué tengo que verme obligado a domiciliar mis recibos en una determinada entidad bancaria?, ¿por razones de competencia entre éstas? ¿Acaso mi dinero, al hacer cualquier ingreso, no queda en manos del banco o de la caja de ahorros receptor, obteniendo unos intereses?
      Si yo me dejase llevar por los impulsos, no le quepa la menor duda de que encontraría rápidamente el calificativo que merece una persona como Vd, tan insolente como agresiva. Pero no es mi caso. Sí, en cambio, le recomiendo que haga un cursillo -por supuesto gratuito, no se preocupe- para que le enseñen buenos modales y la educación que parece ser no ha recibido. Por lo demás, su respuesta la veo tan descerebrada que no merece la pena seguir malgastando mi tiempo en contrarréplicas innecesarias. Las numerosas personas que se sienten expoliadas por bancos y cajas de ahorros, saben demasiado bien que Ud merece el calificativo que oculto para no quedar a su altura, humana e intelectual.

      César Rubio (Augustus)

   © 2003- 2023 Mundo Cultural Hispano

 


Mundo Cultural Hispano es un medio plural, democrtico y abierto. No comparte, forzosamente, las opiniones vertidas en los artculos publicados y/o reproducidos en este portal y no se hace responsable de las mismas ni de sus consecuencias.


SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0