El loco no sabe lo que dice; dice lo que no sabe pero sabe lo que no dice. Dios siempre está dispuesto a darnos nuestra diaria ración de olvido.
Frente a las restricciones a la libertad el hombre se da a sà mismo un plus de valoración personal y estimativa.
Este vivir incansable como el mar que no cesará hasta que ni tú ni yo seamos.
Me muero de ganas de vivir.
El Quijote es la enciclopedia Espasa de su tiempo.
Tengo más miedo a los elogios que a las armas.
Nadie puede asegurar que después de la muerte hay vida; lo seguro es que después de la vida hay muerte.
Nacà cuando te và por vez primera y el dÃa que te pierda, moriré.
Escritor es todo aquel que en mayor o menor medida rinde homenaje al idioma común, dando a conocer vivencias sentimentales y reflexiones propias cuyo alcance pretende universalizar.
El amor es único; el amor que consiente en ser comparado está próximo a su final.
Conviene distinguir entre poesÃa social y poesÃa humana.
Que cada dÃa, mañana, sea mejor que ayer.
ParÃs es La Meca del amor y del arte.
Su marido le envió un ramo de flores y su enamorado un ramo de amor.
Las lágrimas primero taponan la garganta.
Cualquier tiempo pasado fue anterior.
Los ojos son lo más espiritual de la persona.
El dinero acelera los latidos de cualquier corazón.
Al avaro mexicano que enfermó del corazón le colocaron un marcapesos.
No es que aquel autor escribiera veinte libros; es que escribió veinte veces el mismo libro.
Largo como la noche de un dÃa sin luz. Lema: Reza, desea, cree, espera.
El trabajo es hoy la loterÃa de los pobres.
A sangre y fuego hay que escribir cada dÃa.
Mezclo palabras (y letras); las revuelvo, las confundo, las mutilo y me sale tu nombre.
En cada libro hay que dejar sabidurÃa.
El poeta ama en verso y alma.
Vejez, soledad y alcohol, trinomio de perdición.
Gaudà es el gran artificiero de la piedra.
La soledad querida... la soledad ¡qué herida!
El amor es un bien (o riqueza) a compartir.
Se hace camino al andar; se hace cocina al comer.
Es imposible pintar o describir la realidad; cuando creemos que ya lo está, resulta que ha cambiado.
Aquella compañÃa de seguros decesos era tan seria que en las pólizas solÃa poner ella el muerto.
Dios maneja con mano maestra el Universo, que es el ordenador más perfecto que existe.
Nadie puede huir de su propia sombra.
El tiempo transcurre a veces como en dientes de sierra.
Cualquier árbol deberÃa ser patrimonio de la humanidad.
El gallo es el cornetÃn de órdenes en la madrugada.
Hay personas que nunca se separan de su personaje.
Nuestros actos nos desnudan ante los demás. Nuestros pensamientos ante nosotros mismos.
En el amor siempre es ahora.
Escribir es ponerle ortografÃa a la memoria.
El idioma español, como los rÃos, tiene dos orillas.
Cuando se trata de Dios; si no lo creo, no lo veo.
El éxito es tener lo que se quiere; la felicidad es querer lo que se tiene.
Mediante la lectura visitamos a gentes desconocidas con las que quizá nos hemos cruzado por la calle.
El azul es el color de las almas frágiles.
Raimundo Escribano