La labor de difusión del maestro Moreno de Alba, la pasión por el idioma, su profunda calidad moral, su amor por el español de México y el perfil humanista de su actuar, dio giros importantes a las instituciones en las que se desenvolvió.
La presencia y la fuerza de la Academia Mexicana de la Lengua en el marco de la asociación de estas agrupaciones, el enorme prestigio y su decisiva influencia en la actividad productiva de ellas, materializada en documentos y libros, tuvieron origen en su entusiasmo, capacidad y visión. Pero lo más importante: a muchos nos sembró el interés por adentrarnos en el idioma y la voluntad de difundir sus particularidades. Este columnista se centró en los temas del idioma gracias a su ejemplo. Aspirante a estudioso de la lengua, le debo mucho.
En 2009, cuando tuve el gusto de ver publicados mis trabajos en un libro editado gracias a la generosidad de Antonio Borja, entonces director de la Casa de la Cultura de Guanajuato, José Luis Lara Valdés, académico de la Universidad de Guanajuato, atinadamente calificó al libro Chispitas de lenguaje como un hijo de la labor de difusión de don José G. Moreno de Alba.
[...]
Leer más en periodicocorreo.com.mx