Ella con sus cerillos
yo con mi pólvora,
ella con sus cuerdas flojas
yo trapecista,
ella con sus osos de peluche
yo un asesino tierno,
y vamos con nuestros
raros ratos al mundo
de los encajes,
colocándonos las coronas
para re-inventar las esferas
celestiales calcinadas
en los hornos,
y es que ella regresa
para engendrar un genio,
yo la examino con mis
delicados garfios,
entre colores que arropan
encima de la linea,
porque mientras el enemigo
trata de levantarse
entre las ruinas,
nosotros celebramos el ultimo
alarido en nuestro
único mirar,
un cielo lejos, súbito,
al que nadie podra vaciar
con sus quejidos.
Ella es una miserable
que sufriendo proyecta luz
y que sin resentirse viene
a morir conmigo,
mi dulce y tierna
sierpecilla
15 de septiembre del 2005
San Francisco (California)