ArtÃculo publicado por Vicenç Navarro, cuya versión original se publicó en catalán en el diario ARA, 26 de octubre de 2013
Este artÃculo señala el gran deterioro de la situación social en Catalunya, realidad poco documentada en los medios de comunicación, tanto públicos com privados. El artÃculo también señala que las causas más importantes de este deterioro no se deben primordialmente al déficit fiscal, sino a la gran influencia que las fuerzas conservadoras y liberales han tenido sobre el Estado español y sobre la Generalitat.
El Eurostat, la agencia estadÃstica de la Unión Europea (UE), acaba de publicar una serie de datos sobre la situación social en los paÃses de esta colectividad polÃtica, incluyendo la Unión Europea de los Quince, UE-15 (el grupo de paÃses de la UE con un nivel similar de desarrollo económico al de España y Catalunya), que muestra una situación altamente preocupante para España. Al comparar estos datos con las que elabora el Idescat, la agencia de estadÃstica de la Generalitat de Catalunya, se puede ver que la situación es (en la mayorÃa de indicadores sociales) incluso peor para Catalunya.
Empecemos por el mercado de trabajo, donde la mayorÃa de la población obtiene sus ingresos. Y para entrar en el análisis del mercado de trabajo, es necesario mirar la situación económica en general. Pues bien, la economÃa catalana ha descendido en el año 2012 más rápidamente, casi tres veces más, que la de la media de la UE-15. Otro indicador negativo es que la tasa de ocupación de la población (de los 15 a los 64 años) es más baja en Catalunya que en la UE-15 (60,3% y 65,2% respectivamente), lo cual se da tanto con los hombres como con las mujeres. Y esta baja ocupación no se debe al hecho de que la gente no quiera trabajar. Hay muchÃsima gente que desea trabajar y no encuentra trabajo. En realidad, el paro es uno de los más altos de la UE-15 (UE-15 10,7%, y Catalunya 22,7%, que después de España, 25,2%, y Grecia, 24,5%, es el más alto de los paÃses de la UE-15). Este porcentaje es incluso más del doble (50,7%) para los jóvenes menores de 25 años, siendo también el más alto de la UE-15 (UE-15 22,2%) después de España (53,2%) y Grecia (55,3%). Esta elevada desocupación se ha acentuado con la reforma laboral aprobada también por el partido gobernante de la Generalitat, que era presentada por este partido asà como por el partido gobernante de España (que también la aprobó), como la medida necesaria precisamente para bajar esta desocupación.
Esta imagen tan negativa del mercado de trabajo queda incluso más empeorada cuando analizamos el paro crónico, es decir, personas en desocupación durante largos periodos de tiempos. Catalunya está, de nuevo, junto con España, a la cola de la Europa Social. El porcentaje de personas que están paradas durante más de un año en Catalunya (y en España) es casi tres veces más elevado que en la UE-15. Una situación parecida ocurre en cuanto a la precariedad, que está mucho más extendida en Catalunya y en España que en la media de la UE-15.
Y, en contra de la percepción promovida constantemente por cÃrculos económicos y financieros de que el problema del mercado laboral catalán y español es su excesiva rigidez, Catalunya tiene uno de los porcentajes más bajos de trabajadores con contrato fijo en la media de la UE-15. Este deterioro del mercado de trabajo catalán se refleja también en un marcado descenso salarial. En Catalunya y en España, en contra del que dijo el ministro Montoro, del gobierno español, los salarios bajaron un 0,2% en 2012, contrastando con los de la media de la UE-15, que subieron un 0,8%.
En cuanto a gasto público social, los datos son igualmente preocupantes. El gasto público en protección social en Catalunya es de los más bajos de la UE-15 (22,6% versus 30,2% del PIB, respectivamente, en 2010), y esto a pesar de que Catalunya sea más rica que la media de la UE-15 (su PIB per cápita es el 110% de la media del de la UE-15). Y esto ocurre en la mayorÃa de servicios públicos del Estado del Bienestar. AsÃ, en educación, el gasto público en 2010 fue solamente el 4,1%, mucho más bajo que la media de la UE-15 (6,1%). Este menor gasto es doblemente preocupante, porque las necesidades educativas de Catalunya son muy mayores que las de la media de la UE-15: el porcentaje de la población de 20 a 64 años que ha conseguido al menos la enseñanza secundaria es de los más bajos de la UE-15 (54,4%, versus 71,2% en la media de la UE-15). El déficit social aparece también no solo en el gasto, sino en la normativa de protección social. AsÃ, el salario mÃnimo en Catalunya es de los más bajos de la UE-15. Se mire como se mire, la Catalunya social está a la cola de la Europa social (de los 15).
El argumento que tiene más visibilidad mediática en los medios de mayor difusión en Catalunya es el déficit fiscal, referido también en términos más belicistas como “el expolio de Catalunya por parte de España”. Ya he mostrado en otro artÃculo con datos que este déficit explica solamente una parte de este enorme déficit social de Catalunya. Este déficit fiscal explica parte de la subfinanciación de las transferencias y servicios públicos del Estado del Bienestar. Pero explica solamente una parte, porque la mayor parte se debe a otra causa que raramente aparece en los mayores medios de información. Y esto se ve muy claramente en el análisis del enorme deterioro del mercado laboral catalán y en el gran descenso de seguridad y protección social y de los salarios, todos ellos acontecimientos que responden a reformas del mercado laboral aprobadas en las Cortes españolas por partidos catalanes presentes en Catalunya con representación en el Parlamento de Catalunya y que la gobiernan y/o lo han gobernado, y el voto de los cuales en las Cortes españolas refleja su sensibilidad polÃtica conservadora, liberal y/o socioliberal, que aparecerÃa también en caso de que gobernaran una Catalunya independiente. Esta es la causa del atraso social de Catalunya. El enorme dominio de estas fuerzas conservadoras, liberales y socioliberales en la gobernanza de Catalunya (y de España). Por este motivo los dos paÃses están a la cola de la Europa Social.
Estos datos señalan que el argumento frecuentemente aducido de que una Catalunya independiente tendrÃa un Estado social mejor financiado que ahora, dependerÃa de quién dominara la Transición de la Catalunya actual a la Catalunya soberana. Hoy la Catalunya social está muy por detrás de lo que le corresponderÃa por su nivel de riqueza y por el nivel de recursos que la Generalitat de Catalunya podrÃa recoger si  hubiera esta voluntad polÃtica.
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