A Mirurgia Duconger, desde lejos.
Si tan sólo pudieras apretujar tu soledad
hasta hacerla caber en tu bolso de mano
como un perfume de Givenchi .
Arrancarla del ropero donde duerme
y vestirla con los colores más brillantes .
¡ Ah , si pudieras ! .
InvitarÃas a todos tus amigos
e intentarÃamos exorcizar a la maldita .
Pero es demasiado tarde .
Ya la vida te robó un pedazo de tu sonrisa
y quizá un poco del brillo de tus ojos .
No hay nada por hacer.
¿ Por qué no tiendes tus años locos sobre un lecho
y le cantas nanas al pasado ?.
René Dayre