Tras el paréntesis de junio, Cartagena pasa del gran evento artístico de Mucho Más Mayo a otro gran momento en el que la ciudad rezuma música por sus cuatro costados. El enclave privilegiado del Auditorio al aire libre del Parque Torres, en la ladera de un castillo medieval, junto al Teatro Romano y con vistas al mar, es, junto a la Catedral Vieja o la Plaza del Ayuntamiento, uno de los escenarios que estos días convocan a miles de espectadores venidos de todos los rincones a vivir las noches de decimosexta edición de La Mar de Músicas . Este festival se ha convertido en un referente obligado en toda la geografía nacional y en todo el mediterráneo, un punto de encuentro con otras culturas, un crisol de músicas, un mestizaje artístico que ha puesto a esta ciudad con más de tres mil años de historia en la avanzadilla de estas novedosas propuestas que tejen modernidad y tradición, raíces y nuevos aires musicales. El festival cuenta, además, con toda una serie de eventos paralelos, poniendo toda la ciudad en danza con un gran recorrido literario, artístico y cinematográfico en torno a Colombia, que este año es el país homenajeado.
Pongo aquí algunas de las fotografías que tomé en la noche de la inauguración, en la que actuaron Afrocubism (en impresionante estreno mundial), en la primera parte y Muchachito, Bombo Infierno en la segunda. Una noche muy completa que hizo las delicias de un público entregado que abarrotaba el auditorio.
Afrocubism es un proyecto que aúna a músicos cubanos y a músicos de Malí: Eliades Ochoa, Toumani Diabaté, Bassekou Kouyaté y Kasse Mady Diabaté que retoman, catorce años después, el proyecto original de ‘Buena Vista Social Club’, aquella grabación de Ry Cooder con los cubanos Ibrahim Ferrer, Rubén González, Eliades Ochoa, Omara Portuondo y Compay Segundo, que dejó una huella indeleble y millones de discos vendidos. Con sones, boleros y danzones como ‘Chan chan’, ‘El cuarto de Tula’, ‘Orgullecida’ o ‘Dos gardenias’