La Sra. L贸pez, inspectora de Polic铆a y perito del informe sobre el caso del 谩cido b贸rico afirma que “la obsesi贸n de Garz贸n era la palabra ETA”. Imputada por Garz贸n y exonerada por otra juez, hablando de su experiencia judicial, expresa con amargura que “se sinti贸 detenida e incomunicada; llegamos como testigos y salimos como falsificadores de nuestro propio informe”. Isabel L贸pez, que tiene miedo a sufrir represalias en su trabajo, firm贸, con otros dos peritos de la Polic铆a Cient铆fica, el informe que relacionaba el 11-M con ETA, una hip贸tesis que sus superiores mutilaron tras conminarlos, sin 茅xito, a retirarla. O铆da su declaraci贸n, el juez Garz贸n le imput贸, junto a sus compa帽eros, un delito de falsedad documental; no obstante, despu茅s, otra juez, que mantuvo con Garz贸n una disputa jur铆dica por la competencia del asunto, les ha retirado la imputaci贸n. L贸pez dice que, ante el juez Garz贸n, “envalentonado y atosigante”, hubo de explicar varias veces las circunstancias del documento que relacionaba el 11-M con ETA y que la informaci贸n hab铆a salido del disquete que se manten铆a en el laboratorio, y el haci茅ndose de nuevas, no entend铆a o no quer铆a entender.

M. Escribano e I. L贸pez, dos de los mejores peritos de la Polic铆a Cient铆fica, establecieron el v铆nculo entre el 11-M y ETA y sus Jeses tuvieron que falsear el informe, para que el juez del Olmo no conociera tan inconveniente nexo. “Nos dijeron que hab铆a que eliminar lo de ETA, por orden de la superioridad”. Hecho que no puede haber sido cosa solamente de la Polic铆a, sino tambi茅n de la Comisi贸n General de Informaci贸n que encarg贸 el informe. La juez G. Gallego, que instruye el caso de la falsificaci贸n, ha imputado a la c煤pula de la Polic铆a Cient铆fica y estos peritos pasan a ser s贸lo testigos en la causa. Han realizado en su laboratorio m谩s de tres mil informes en su larga vida profesional y nunca han tenido que modificar ninguno.

La autenticiad de su testimonio ratifica este esc谩ndalo de decisivas impliaciones, policiales, judiciales y pol铆ticas que entra帽a el modificar un documento por asombrosa interposici贸n de un sesgo pol铆tico en un cometido celosamente realizado. Es un acto propio de la degradaci贸n democr谩tica, la ocultaci贸n y negaci贸n de un hecho que descubren: No quer铆an que se conectase ETA con el 11-M, ni siquiera con el 谩cido b贸rico. Quiere decir que, sustray茅ndole al juez datos de cuya relevancia s贸lo 茅l ten铆a que decidir, se recompuso la informaci贸n del 11-M, para insuflar las tesis partidistas oficiales. Es hora de que se cumpla el prop贸sito del portavoz socialista de “investigar qui茅nes han sido los instigadores de la falsificaci贸n”. Es hora de terminar con vericuetos y tejemanejes, de arrostrar compromisos y eficacia. Es hora de la verdad y del deber por el bien com煤n.

Cicer贸n