ArtÃculo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento CrÃtico” en el diario PÚBLICO, 13 de mayo de 2014
Este artÃculo señala la necesidad de que la socialdemocracia en Europa, a fin de ganar credibilidad en sus propuestas, haga una autocrÃtica de sus polÃticas de recortes y austeridad, que fueron iniciadas (y que continúan ejerciéndose) por varios partidos gobernantes socialistas.
En la reciente reunión del Partido Socialista Europeo que tuvo lugar en ParÃs el 17 de abril, destinada a promover su candidatura a las elecciones europeas, se presentó la campaña de las elecciones europeas bajo el lema “La austeridad en Europa es un error”. El Partido Socialista Europeo tenÃa como objetivo poner la crÃtica a las polÃticas de austeridad en el centro de su campaña electoral para las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Estas polÃticas se han llevado a cabo en la Unión Europea con el apoyo y estÃmulo de lo que se conoce como la Troika, es decir, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE). El meeting parecÃa un éxito de convocatoria, con el auditorio lleno a rebosar. De los discursos pronunciados parecerÃa que la campaña electoral iba a ser entre dos polos, los que favorecen la austeridad (que incluye la polÃtica de recortes y de disciplina fiscal, reduciendo el déficit público a base de recortes del gasto público) y los que se oponen a ella, liderados, según la mayorÃa de ponentes en el congreso, por los partidos socialistas representados allÃ. Tal estrategia serÃa muy necesaria y útil, y además rentable polÃticamente, pues la impopularidad de las medidas de austeridad es enorme. Delegaciones de todos los partidos socialistas existentes en la UE estaban presentes. Y entre ellos, la Sra. Elena Valenciano, del PSOE.
Repito que el eslogan “La austeridad en Europa es un error” es un muy buen eslogan. Tales polÃticas llevadas a cabo por la mayorÃa de gobiernos de la Eurozona han dañado enormemente el bienestar de las clases populares de los paÃses donde tales polÃticas se impusieron a la población. Y utilizo el término impuestas deliberadamente, pues quiero remarcar que en ninguno de estos paÃses tales polÃticas de austeridad (con grandes recortes de gasto público, incluyendo gasto público social) estaban en las ofertas electorales de los partidos gobernantes. Pero además de dañinas, estas polÃticas fueron contraproducentes (tales como unos pocos señalamos) agravando todavÃa más la enorme recesión económica que tale paÃses están experimentando. De ahà la urgente necesidad de que tales polÃticas se paren y se reviertan, sustituyéndolas con polÃticas expansivas de gran calado (como algunos pocos hemos estado aconsejando durante estos años, sin que ningún gobierno atendiera tales propuestas). Se entiende, pues, mi acuerdo y bienvenida con el eslogan “La austeridad en Europa es un error”, aunque yo hubiera preferido “La austeridad fue un gran error, y continúa siendo un gran error”.
AñadirÃa esta referencia al pasado porque entre los partidos gobernantes que iniciaron tales polÃticas de austeridad (que luego fueron expandidas por los gobiernos de derechas) fueron los partidos miembros del Partido Socialista Europeo, incluido el PSOE. Fue el gobierno socialista presidido por el Sr. Zapatero el que inició tales polÃticas en España, con recortes sustanciales del gasto público, cambiando incluso la Constitución, con una reforma que, en la práctica, condena al Estado español a una austeridad constante (ver mi artÃculo “Falsedades sobre la reforma”, en Público, 08.09.11).
Y el Partido Socialista español (dirigido ahora por el que fuera vicepresidente del gobierno Zapatero, el Sr. Rubalcaba) no ha hecho ninguna autocrÃtica. Todo lo contrario, ha continuado defendiendo aquellas polÃticas de austeridad, presentándolas como necesarias para evitar el Rescate, que nos hubiera significado un enorme sacrificio, ignorando que sà habÃan alternativas, como Juan Torres, Alberto Garzón y yo documentamos en el libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España.
Esta ausencia de autocrÃtica hace perder la credibilidad de la Sr. Elena Valenciano, cuando se presenta como la gran crÃtica de las polÃticas de austeridad. Es también esta ausencia de autocrÃtica que está debilitando enormemente el atractivo electoral del PSOE, pues su postura antiausteridad adoptada ahora se ve como meramente oportunista, con escasa credibilidad. Los dirigentes de tal Partido tienen que ser conscientes de que esta ausencia de tal autocrÃtica está teniendo un coste polÃtico elevado. Resultado de la enorme impopularidad de las polÃticas de austeridad iniciadas por el gobierno del PSOE, este partido tenÃa que haber realizado un análisis crÃtico de aquellas polÃticas realizadas por el propio partido, con una abertura a las voces crÃticas. Y esto no ha ocurrido. Y tampoco ha ocurrido en muchos de los partidos socialistas gobernantes en la UE, que constituÃan la gran mayorÃa de gobiernos en la UE y ahora son una minúscula minorÃa.
Callando las voces de protesta
Cuando un grupo de jóvenes españoles pertenecientes a la asociación Marea Granate (que incluye a exiliados que han tenido que dejar España como resultado de la recesión económica) interrumpieron el discurso de la Sra. Elena Valenciano en ParÃs, en la reunión del Partido Socialista Europeo, con pancartas en las que se leÃa “La austeridad en Europa es también vuestro error” y “Estamos aquà por culpa de vuestra polÃtica”, se respondió con un abucheo general hacia los manifestantes por parte de la audiencia socialista, siendo empujados los jóvenes españoles fuera del hemiciclo. Fue otro gran error, porque los jóvenes españoles estaban cargados de razón. Lo que deberÃa haber ocurrido es una autocrÃtica (ausente en la reunión), como prólogo para la presentación de propuestas alternativas a la austeridad, que habrÃan ganado credibilidad con esa necesaria pero inexistente autocrÃtica.
Tampoco hubo ninguna crÃtica hacia las medidas que estaba ya preparando el nuevo primer ministro socialista francés, el Sr. Valls, que son muy semejantes a las que desarrolló el gobierno del PSOE presidido por el Sr. Zapatero. El parecido entre las polÃticas propuestas por Valls y las realizadas por Zapatero, asà como la argumentación presentada, es muy notable. Y el Partido Socialista Europeo no ha dicho ni pÃo. ¿No se dan cuenta del enorme coste polÃtico que les significa mantener tanto silencio? La distancia entre los grupos dirigentes de los partidos componentes del PSE y sus bases electorales es enorme. Y está todavÃa aumentando más. Hoy en Francia el partido de la ultraderecha (el único en Francia que utiliza explÃcitamente en sus discursos el término clase trabajadora) tiene un apoyo electoral mucho mayor que los socialistas (según las últimas encuestas, el 23% de los franceses votarÃan al partido de Le Pen en las elecciones europeas, y solo un 18,5% a los socialistas). Hollande, cuya victoria habÃa levantado los ánimos de la socialdemocracia europea, pues se habÃa presentado como la alternativa al gobierno Merkel, forzando un cambio, claudicó muy rápidamente, convirtiéndose en uno de los presidentes menos populares que Francia haya tenido en los últimos veinte años. Hoy estamos viendo un revuelo considerable dentro del Partido Socialista francés, con una protesta creciente frente al gobierno socialista por parte de las bases de dicho partido. Sorprende que no ocurriera una rebelión semejante en el PSOE, y solo una vez se oyó, entre sus primeras figuras, a alguien en contra del cambio de la Constitución (para solidificar en piedra la austeridad). Fue Josep Borrell quien indicó que él hubiera votado en contra si hubiera sido parlamentario. Por lo demás, hubo un silencio ensordecedor que ha continuado hasta ahora.
Los dirigentes del PSOE parecen no darse cuenta de que sin una autocrÃtica de la manera como su gobierno respondió a la crisis (tÃpicamente neoliberal, diferente en profundidad, pero no en dirección de las polÃticas del gobierno Rajoy) sus propuestas ahora no se perciben como creÃbles. De no ser que exista esta autocrÃtica, sus promesas se verán que tienen un objetivo meramente electoral para continuar las polÃticas de austeridad una vez estén en el gobierno. ¿Qué no se dan cuenta? Y además se lo ponen muy fácil al Presidente Rajoy, que constantemente contesta a las crÃticas del Sr. Rubalcaba diciendo “¿por qué lo que sugiere usted ahora no lo hizo cuando estaba en el gobierno?”. Esta imagen de continuidad que tal partido está dando, le está dañando enormemente.
El Estado del Bienestar en Europa fue resultado, primordialmente, de la familia socialdemócrata. De ahà su enorme popularidad. Pero de ahà también el enorme desencanto cuando respondieron a la crisis con los mismos instrumentos y polÃticas que las derechas. Fueron la versión “light” del neoliberalismo. A no ser que haya un cambio profundo en tal familia socialdemócrata, con un cambio radical de sus polÃticas públicas, su futuro estará en cuestión. Y esto serÃa una pérdida para Europa y para España.
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