Article publicat per Vicenç Navarro al diari digital EL PLURAL, 9 de juny de 2014
Aquest article respon als insults que Javier Cercas dedica a aquells que creiem en la necessitat i urgència de l’establiment d’una República a Espanya que substitueixi a la Monarquia.
Recuerdo que una de las dimensiones de la actividad intelectual que más me sorprendió cuando me integré de nuevo a España (tras un largo exilio) fue la producción novelÃstica y literaria existente en nuestro paÃs. La veÃa enormemente sesgada hacia una visión muy poco crÃtica de la propia historia de España (incluyendo lo que se conoce como Guerra Civil). Incluso, cuando se intentaba dar una visión distinta de los vencidos y derrotados de la Guerra Civil de la ofrecida durante la dictadura, ello se hacÃa con un estilo y enfoque que, a pesar de estar bien intencionado, resultaba al final ser, si no ofensivo, al menos molesto, para aquellos que supimos de primera mano el tratamiento recibido y las consecuencias de haber sido vencidos. Uno de estos autores que reproducÃan esta visión era Javier Cercas. Hijo de los vencedores (según su propia declaración), escribió un libro donde el héroe era un republicano luchando en el frente, al cual Cercas intentaba humanizar, presentándolo como atrayente, tanto en lo profundo (no mató a un dirigente fascista cuanto lo tuvo a tiro, acto que Santos Juliá, de El PaÃs, definió nada menos que como el principio de la reconciliación) como en lo más liviano (cuando el republicano, estando ya retirado en una residencia geriátrica, pellizcaba el trasero de las monjas). En esta España postfranquista, el libro tuvo, sin embargo, un gran éxito. A mÃ, hijo de vencidos, no me gustó. Y me alegró leer que el hijo real del héroe protestó por aquella visión que querÃa ser positiva para el republicano, sin lograrlo. Hay vivencias que son difÃciles de explicar si no son propias y se veÃa claro que Javier Cercas, aunque simpatizaba con el héroe republicano, no lo entendÃa, presentando una caricatura de él. Para una crÃtica del libro de Cercas, ver mi artÃculo “Los vencidos tienen distinta memoria histórica que los vencedores”, El Plural (05.07.10).
Cercas ha escrito ahora un artÃculo en El PaÃs “Sin el Rey no habrÃa democracia” (02.06.14) presentando de nuevo una caricatura de los que pedimos que se establezca la República ahora en España. Este artÃculo no solo molesta sino que ofende a millones de ciudadanos republicanos que no simpatizan con su entusiasmo por el Rey o por la MonarquÃa. Ni que decir tiene que Javier Cercas aclara que él no es monárquico (por regla general, lo que está más de moda es decir “yo soy republicano, pero apoyo la MonarquÃa”). Pero el valor definitorio es el mismo. Esta autodefinición es necesaria para dar más credibilidad a una larga lista de argumentos para que aplaudamos al Monarca. En realidad, es tan predecible que uno se pregunta por qué El PaÃs ha publicado este artÃculo que reproduce a pies juntillas lo que los otros 42 artÃculos recientes sobre el Rey han dicho (sin publicar ninguno, repito ninguno) que dé otra visión.
La lista de alabanzas comienza aplaudiendo al Rey por traernos la democracia, por haber parado un golpe militar, por habernos traÃdo, durante sus más de cuarenta años de reinado, los mejores años y de mayor libertad y prosperidad en nuestra historia moderna, y asà un largo etcétera. Hasta ahà nada es nuevo. Es prácticamente imposible leer en los medios de información y persuasión españoles (conocidos por su escasa diversidad) alguna otra postura aparte de la de este tipo de alabanza y elogio.
Lo que sà es nuevo, al menos en las páginas de El PaÃs, es que Javier Cercas haga estas alabanzas, rodeadas de una enorme animosidad hacia aquellos que cuestionan cada uno de sus argumentos, insultándolos con una contundencia y, sobre todo, vulgaridad (con un estilo que nada tiene que envidiar a Losantos) infrecuente en las páginas del mayor rotativo del paÃs. Define a los crÃticos y sus argumentos como “fantasiosos”, ”especuladores novelescos”, “mentirosos” y “mitad mentirosos” o “solemnemente estúpidos”, guardando el insulto más estridente para aquellos que perciben los males presentes en España como derivados de las limitaciones de la Transición. A estos nos llama (y me incluyo yo en esta categorÃa) “hipócritas”, “comodones” y, por si fuera poco, “locos”. Lo primero, lo de hipócritas, lo dice porque cree que en realidad no son los protagonistas de aquella Transición –entre los cuales pone al Rey en el centro- los responsables de la España actual, sino que somos nosotros (que asumo incluye a todos los españoles) los responsables de las deficiencias actuales. Le cito textualmente: “(…) por nuestra culpa, hemos sido nosotros, y no ellos, los que no hemos sido capaces de mejorarla”. En cuanto a lo de locos, lo justifica por querer ahora cuestionar la MonarquÃa, pues, y cito de nuevo, prefiere “mil veces vivir en una monarquÃa como la sueca que en una república como la siria”, asumiendo que los que queremos una República para España estamos tomando Siria como modelo (si lee el artÃculo usted mismo, verá que esto es lo que dice).
Puede que sea el resultado de haber vivido en el extranjero durante muchos años, pero estoy más que harto de los insultos que constantemente empobrecen el discurso polÃtico (y lo que se acepta como debate) en nuestro paÃs. En ningún otro paÃs de los que he vivido, Suecia, Gran Bretaña y EEUU, he visto este nivel de hostilidad y, francamente, mezquindad. Cuando leo este tipo de artÃculos intento ignorarlos y no contesto. Pero, puesto que el artÃculo de Cercas lo encuentro, por desgracia, representativo del pensamiento dominante en el establishment español, siento la necesidad de responderle.
La Transición dirigida por el Monarca fue la que configuró los parámetros que definen la situación actual
He escrito extensamente sobre las enormes deficiencias de la democracia española y del bienestar de la ciudadanÃa en este paÃs, mostrando como el enorme retraso social de España y la baja calidad del sistema democrático se deben precisamente a la manera como se hizo la Transición, la cual se realizó bajo el enorme dominio de las fuerzas conservadoras (lideradas por el Rey), que controlaban el Estado. La evidencia de ello es abrumadora. Y queda documentado en mis libros Bienestar insuficiente, democracia incompleta: sobre lo que no se habla en nuestro paÃs (año 2002) y El subdesarrollo social de España: causas y consecuencias (año 2006).
En estos libros muestro las fuerzas que dominaron la Transición y que, gracias a su dominio del proceso, determinaron la pobreza democrática y social de España. Los escasos recursos del Estado y la pobreza de su Estado del Bienestar son resultado del enorme dominio de las clases dominantes (expresión que nunca se utiliza, asumiendo erróneamente su inexistencia) sobre el Estado. Y lo mismo en cuanto a la pobreza del sistema polÃtico-mediático. Supongo que cuando Cercas utiliza el término “nosotros” se refiere a esta clase social, con la cual él parece identificarse, pues, si por “nosotros” él considera a la mayorÃa de las clases populares, entonces asume un sistema democrático muy distinto al actual, pues la gran mayorÃa de la ciudadanÃa no considera que las instituciones llamadas representativas la representen. El eslogan del 15-M “no nos representan” está ampliamente asumido por la mayorÃa de la ciudadanÃa. El término “nosotros” (si con él queremos decir “la ciudadanÃa”) tiene escaso poder en España, debido precisamente a un sistema polÃtico diseñado para optimizar el poder de unas clases (y un género) a costa de otras. La evidencia empÃrica de ello es enorme. Y el Rey y el establishment español que él lideró, fueron fundamentales para diseñar este sistema. La evidencia está ahà para el que quiera verla. Culpabilizar a las vÃctimas –las clases populares- de su situación es no conocer (o no querer reconocer) la enorme concentración de poder financiero, económico, polÃtico y mediático de este paÃs, concentración que se ha facilitado en gran medida por el dominio de la estructura de poder heredada de la dictadura y liderada por el Monarca, que domina el Estado español.
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