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Todos los poemas de Puro limón y azúcar rebosan de imágenes plenas de calidez humana. La coincidencia de sentires (“Abrazo”)
reconoce al otro y lo acerca en el afecto. Lo regional del pasado aparece, a veces, en algunos versos, otras, en toda la poesÃa (“Noche de dones”, “Vestigios”, “Hombre de sol y lluvia”). En esta última, en el recuerdo reciente la melancolÃa se agazapa dentro del poema para mutarse en energÃa inclaudicable del presente. Eros ronda todos los versos, aun en aquellos en los que el dolor adquiere un tono social (“Che”, “Cuántos rocÃos”). Las ausencias pesan y dan lugar a un sostenido ritmo de lucidez y encanto que enfrente ese instante amoroso, algunos ciertamente gozosos (“Corrimientos”, “Asperidad del trino”, “Gatos”). Se entrelazan imágenes encadenadas que seducen, dan cuenta del dolor, del amor, de la ausencia (“Virtual”, “Habrá ritos de luna”). Todas nos provocan una sensación de espera. Como dice Juan Gelman, el poema abandona al poeta en el desierto de su deseo no saciado.
Marta Ester Ramos, Ciudad de Neuquén, Poeta - Profesora y Licenciada en Letras
Encuentro en las poesÃas de Lilà un sabor agridulce que se paladea a partir del tÃtulo y que se afirma en la experiencia de la lectura. En la entrega y la pérdida, los encuentros y los desencuentros, el dolor y el placer, el lenguaje se torna por momentos despiadado; otras, sutil y vibrante, se complace en metáforas demoradas en rÃos, calles y arboledas. El paisaje, muy intenso en sus connotaciones, no puede desprenderse del sentimiento en el que se entrecruzan la Patagonia, Entre RÃos y otras regiones, conformando un espacio utópico: el del amor. La infancia, la juventud, la madurez renacen sin acallar su voz; crean otra memoria que aflora en colores, formas, texturas.
Y en esa convicción de la palabra también tienen su tiempo lo cotidiano, las imágenes urbanas, la búsqueda en la calle, en la
historia. El yo lÃrico se anuda con las voces de otros poetas , con el otro, en un diálogo mucho más profundo que un intercambio de opiniones; hay goce en la presencia del otro, una ausencia que se rechaza y que no cesa de escribirse....
Marita Molfese, Ciudad de Neuquén, Profesora en Castellano y Literatura - Especialista en Literatura Hispanoamericana