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LA SOMBRA DE NUESTRO DESTINO

¿A dónde vas, España?

César Rubio Aracil

España



Recuerdo a medias una canción fascista que yo, todavía un niño, cantaba, vestido de falangista, mientras mi padre estaba en la cárcel, por rojo. La letra, si no me falla la memoria (memoria de topo viejo, que en su guarida solitaria ansía la paz nunca hallada), decía así, poco más o menos:

 

De Isabel y Fernando

 el espíritu impera.

 Moriremos besando

 la sagrada bandera.

 

 Ha transcurrido el tiempo, pero los cambios históricos siguen sin producirse, al menos como deseaban los españoles que entregaron su vida para sacudirse el yugo que les tiranizaba. Como siempre, ganaron los eternos “salvadores”. Salvadores de la patria y de las conciencias dormidas. Ahora, en cambio, aunque lejos las aspiraciones de una III República, se intenta –de manera tibia- cimentar la inmensa obra que supone la reconstrucción de un país inmerso en el fracaso político y social. Ése es el verdadero problema, no ETA ni la inmigración. Lo primero porque, aun siendo grave, al PP no le interesa que se resuelva de la manera democrática más próxima a un proceder civilizado y humanista. En el segundo supuesto, porque es inevitable que la imagen especular del relativo bienestar económico atraiga a los muertos de hambre.

 Con una III República las cosas no iban a cambiar drásticamente, porque la situación internacional no lo permite; mas, obviamente, un cambio de tal magnitud supondría un alto grado de concienciación del pueblo, el avance integral (cultura, participación, mejor distribución de los bienes materiales, entre otros progresos) que a toda costa se está tratando de sepultar en el olvido a fuerza de escandalera. Hagamos una sencilla reflexión.

 Si para ser presidente de una nación se precisa “algo más que tener 18 años y ser español”, lo que quiere evidenciar que el señor Rodríguez Zapatero es tonto de solemnidad, ¿a qué viene tanto ataque personal, tan injusto como desproporcionado, tildando, sin pronunciar una sola palabra, de tontos a más de once millones de votantes? ¿Puede sostenerse en el poder el presidente de un país como el español, incluso estando bastante mejor valorado que el señor Rajoy, siendo un memo? No es posible. ¿Entonces? La respuesta no debemos buscarla únicamente en los resabios del PP por haber perdido unas elecciones. Eso sería pueril, además de que los ideólogos de la derecha, en la sombra política, no permitirían semejante riesgo si no fuese por algo de muchísima más envergadura. De ahí el ruido atronador que estamos soportando.

 Ahora se habla por todas partes de “ruido”. Yo lo llamo “música ratonera” porque se trata de un sonsonete, además de malo, perturbador. Con ello se pretende descentrar a las masas, enfrentarlas hasta un cierto límite permisivo para posibilitar una nueva estrategia, contundente y duradera. Si "a río revuelto, ganancia de pescadores", ellos, “seguidores” de los apóstoles, saben bien dónde calar los trasmallos.

 En los trasmallos es donde han caído las víctimas del terrorismo, quienes deberían estar tratadas con menos dingolondangos y más dignidad. No dignidad de cuchufleta, haciéndoles enarbolar la bandera española como símbolo de la más alta virtud, sino con el respeto económico, entre otros de mayor altura, para que pudiesen vivir con la propia estimación que tenían antes de ser asesinados sus deudos o de haber quedado mutilados sin posible remedio. Sin embargo, conducidos por los dictados del corazón, han optado por destruir a quien, equivocadamente o no, está luchando con autenticidad contra el terrorismo. Por eso y por otras cuestiones que me avergonzaría escribir, porque mi maldad no llega ni mucho menos a la alevosía del PP, la sombra de nuestro destino planea sobre la memoria de Isabel y Fernando.

 

César Rubio (Augustus)

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