SOBRE EL PROGRAMA DEL EQUIPO DE PODEMOS GC. La inmigración.

SOBRE EL PROGRAMA DE DE PODEMOS . La inmigración.
Teníamos un país cansado y descubrimos un día, en otro Diciembre...
Ayer por esas cosas de la vida, donde el "azar y la necesidad" y el wasap te llevan, me encontré en una reunión de Claro que Podemos Las Palmas de Gran Canaria, candidatura al Consejo Ciudadano de la ciudad de las Palmas de G.C.En una asamblea con colectivos de inmigrantes para presentar su candidatura y el programa sobre la inmigración.
Y, me encuentro con la lectura del poema de Pedro Lezcano, La Maleta , que en términos generales tiene como premisa al "Ser Humano", al hombre sin fronteras.
La primera impresión: Algo está cambiando, hay un olor a nuevas palabras, que viejas y siempre dichas, tienen un acento de verdad y hoy se pueden utilizar en un foro colectivo como CLARO QUE PODEMOS LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Quizás porque son dichas desde las ideas, desde su génesis, desde lo colectivo, sin miedo. Las palabras en la asamblea nunca llegaron a ser discurso, en ellas se acurrucan las expectativas de cambio, palabras que son propicias al dialogo.
Las propuestas abarcan detalles programáticos, pero, por el decir de José Manuel Padrón, lo claro es que somos una sociedad multicultural, y en ello la realidad le da la razón. El sonido de Las Palmas ya es un crisol de acentos, de idiomas, de gestualidad de todas las procedencias. Con solo estar en la calle, a diferencia de otros lugares, como por ejemplo ciudades donde se escucha el arrastrar de las ruedas de las maletas, o la música y el tono alto de los hogares que hablan. Aquí, en Las Palmas de Gran Canaria, la mezcla se escucha, se siente en la cotidianidad, por algo siempre será puerto.
Puerto de acogida, puerta abierta al extranjero, en un ayer no tan lejano. Salida y éxodo a otros sitios a buscar "el pan que falta" en épocas que dependíamos de la generosidad del mundo. Pero ahora, hoy, una generación que tiene que partir, tiene que repetir una historia obligada, nos encontramos con un problema, perdemos lo mejor de nuestro futuro: la juventud. La ley natural, no la impuesta por malos gobiernos, es no dejar: lo construido, las relaciones personales, familiares, ese entendimiento silencioso que te da el lugar de origen, las relaciones, el acento, el llamar a las cosas "como en el pueblo". Eso queda siempre en el lugar donde nacimos, donde jugamos y lo llevamos dentro como quien lleva una casa en su mochila. Para el emigrante económico, esa carga se convierte en un exilio involuntario.
La inmigración de hoy, tiene la diferencia con las otras oleadas: esta generación de la crisis, está bien formada y se va a otro país a ser deformada y mal pagada, a dejar los sueños y los proyectos para "sobrevivir" en otro lugar. Bien, cuando es decisión del emigrante, mal cuando las circunstancias y el mercado te lo imponen, te cierra la puerta del futuro.
"Ciudadanos de una época, de una crisis económica, dejamos que el sistema actual de mercado nos transforme, hoy como ayer, en exiliados económicos, en hombres y mujeres con mentalidad de recortes.
La propuesta esta, el universo de la emigración es más profunda que una cuartilla, pero si el norte, que es el sur, se basa en valores que dignifiquen al ser humano, ya la partida está ganada, esta puesta sobre la mesa la posibilidad de ser y estar escuchados, para trasformar la realidad impuesta.
Regreso a lo general, en varias ocasiones las palabras y las frases cambiaron de dueño, de protagonista, tenían verdad: "participación política", "brecha digital", "países que se acercan más de lo que pensamos", "las decisiones son de la gente", "consulta", "voz", "democracia", "vinculación con un proyecto nacional", en fin muchas frases cargadas de esperanza.
Mi conclusión, después de oír y ver a la gente en asamblea, en discusión colectiva, hay un diseño común que expresa el sentir individual de todos, que las diferencias son puntos de encuentro. Y el encuentro una fiesta democrática.
Diariamente en la tele, en los debates, en las declaraciones oficiales, nos llenan de tecnicismos, de análisis, algunas veces con tono de descalificación (esos que son profesionales de la política y de la opinión) utilizan para esconder la realidad, para confundir y hablar solo en términos de estadísticas, de decretos, de leyes, del deber ser, según ellos. Por momentos y en algunas voces, los que habitamos este espacio somos solos un objeto administrativo, una hoja de haberes y deberes, una especulación estadística. Una información al margen. Informan desinformando, buscando argumentos en una puesta en escena ensayada y diseñada para solo tener espacio de pantalla. El cordón umbilical, que es la tele,está dejando de ser, se desdibuja, ahora y siempre nuestro escenario es una asamblea real o virtual, estamos comunicados; donde todos tenemos nombre, historia y hasta si me apuran espacio para reinventar la vida.
Salgo con un buen sabor, regreso convencido que una parte de la población tomo ya una decisión llevar y comprender la política como instrumento.Teníamos un país cansado y descubrimos un día, en otro diciembre, que solo con pensar en un cambio, en crear nuevas formas organizativas que la transformación es posible, la esperanza por un mañana mejor si se puede.
Como José Manuel leyó el poema de Lezcano, La Maleta. Así, parafraseando su introducción, es hora que la maleta se utilice para viajar por placer, por decisión propia y no para mudar nuestras vidas y de las generaciones futuras. Aquí nos quedamos para proponer un nuevo porvenir.

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