En su mensaje, presentado por el cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, el pont铆fice asegura que lo ha escrito “pensando precisamente en los ni帽os, en especial, en los que tienen su futuro comprometido por la explotaci贸n y la maldad de adultos sin escr煤pulos”.“El deber de respetar la dignidad de cada ser humano, en el cual se refleja la imagen del Creador, comporta como consecuencia que no se puede disponer libremente de la persona. Quien tiene mayor poder pol铆tico, tecnol贸gico o econ贸mico, no puede aprovecharlo para violar los derechos de los otros menos afortunados”; por lo que record贸 “la situaci贸n de marginaci贸n y de pobreza en la que todav铆a vive gran parte de la poblaci贸n gitana, que cuenta con 36 millones, y los prejuicios y las discriminaciones de que es objeto”. Desenmascarando las concepciones persistentes en algunas culturas, “que todav铆a asignan a la mujer un papel de gran sumisi贸n al arbitrio del hombre, con consecuencias ofensivas a su dignidad de persona y al ejercicio de las libertades fundamentales”, alerta de que la paz se convierte en un espejismo cuando no se respeta plenamente la dignidad de la mujer y denuncia que “la insuficiente consideraci贸n de la condici贸n femenina y la explotaci贸n de mujeres tratadas como objetos y en tantas formas de falta de respeto a su dignidad provocan tambi茅n factores de inestabilidad en el orden social”.

El Pont铆fice, desarrollando un pensamiento de Juan Pablo II, exige al respeto a la ecolog铆a de la naturaleza y de las personas. “La tierra ha sido dada por Dios al hombre, el cual debe usarla respetando la intenci贸n originaria de que es un bien; incluso el hombre es para s铆 mismo un don de Dios y, por tanto, debe respetar la estructura natural y moral de la que ha sido dotado”; “la ecolog铆a ‘humana’, requiere, a su vez, una ‘ecolog铆a social’ [...] La humanidad, si tiene verdadero inter茅s por la paz, debe tener siempre presente la interrelaci贸n entre la naturaleza y el hombre”.

El Papa, en relaci贸n con los derechos humanos, record贸 que los Estados, de acuerdo con el compromiso de respeto al derecho internacional humanitario, han de aplicarlo con rigor, pues constata que “lamentablemente, ha sido conculcado en algunas situaciones b茅licas recientes”.“La guerra es siempre un fracaso para la comunidad internacional y una gran p茅rdida para la humanidad”; por ello, preocupado por la crisis de Oriente Medio y especialmente el L铆bano, sobre cuyo suelo, est谩n llamados a vivir juntos hombres distintos en el plano cultural y religioso. Benedicto XIV ha hecho un apremiante llamamiento a “las autoridades nacionales e internacionales a la responsabilidad, y a todos los fieles a la oraci贸n por la convulsionada regi贸n, para edificar el encuentro, el di谩logo y la convivencia y para concurrir al bien com煤n”.

Camilo Valverde Mudarra