Ahora, a falta de comunistas a quienes señalar con el dedo gordo del alma corrupta, el PP echa mano del patriotismo decimonónico, el único que sustentan la irresponsable actitud de ERC, los batasunos y el comadreo clerical, además, claro está, de la sombra de nuestro ex presidente, señor Aznar, y de ciertos medios de difusión que todos/as conocemos. Es la política del topo, de las catacumbas, donde los que son no están a la vista. Al fin y al cabo, aun tratándose de personajes ambiguos, algunos prelados se mojan en el charco cenagoso de la falacia y, homilía tras declaraciones bochornosas, se les ve el rulé. No a los otros, amigos de banqueros y estadiastas ya desprestigiados, que horadan España entera con tal de servir a los enemigos de la democracia: los valedores del “cristodólar”.

Las próximas legislativas no las ganarán los unos ni los otros, lo aseguro con rotundidad: las perderá España. Porque nuestras instituciones se derrumban, y cuando se pierde la confianza en la Justicia, en la Administración Pública y en el Parlamento, quienes ganan son los depredadores de la razón.

Sigan así, señores del PP y acólitos incondicionales. Suelten sus mentiras en el periódico y en la radio, escriban en Internet los catedráticos del dogma y la intolerancia; mas sepan que están ustedes emponzoñando la convivencia de los españoles y ridiculizando ante el mundo entero a la nación que dicen amar con la boca pequeña. 

César Rubio (Augustus)