TEXTO DE FATIMA a.
“No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida”
ElegÃa Miguel Hernández.
Ocurre en semana Santa, tras la alegrÃa de algunos dÃas libres, en una Europa no tan libre. Nos asalta la noticia de la expulsión de las oenegés y voluntarios deLesbos.
Nos da mucha tristeza porque cada niño, mujer, hombre que cruza la frontera imaginaria del mar, no son emigrantes, refugiados, seres humanos, rostros, nombres que decidieron morir en el mar, es toda la humanidad que decidió vivir desde siempre, desde los refugiados de la guerra civil española, desde los que surcan los mares en las panteras, desde los camisas mojadas; todos tenÃa una única razón de vivir, salvar sus vidas y tener esperanzas de sobrevivir en algún lugar. Eso solo, eso.
Huir de un enemigo de balas, de explosiones y de hambre. Y llegar al cobijo de otro enemigo silencioso, egoÃsta, ciego: la Unión Europea.
Hasta hace unas horas tenÃa un pasaporte que me hacÃa ciudadana del mundo. Me daba orgullo saber que las fronteras estaban abiertas para mÃ. Ahora siento nauseas de las barreras que han impuestos. Yo también soy una refugiada en mi tierra. Ya no tengo ojos, voces, información de nuestra propia tiranÃa polÃtica.
La UNIÓN EUROPEA secuestró nuestro deber de ser casa de refugio, y mi derecho a poder huir de esta Europa pobre de humanidad.
No vale todo, no vale todo para destruir en la práctica los principios de libertad de movimiento.
No sé si llorar y que mi rabia sea solamente mÃa. No sé si salir a la calle romper esta ciudadanÃa europea que me avergüenza.
¿Qué les espera al llegar, ahora, a las costas de una isla solidaria?
Una ametralladora, una deportación en caliente, que les arrebate lo que no les quito el mar, la vida.
¿Qué va a pasar con los habitantes de esas costas?
También los van a silenciar. Confundir con los cuerpos frotando en el mar.
Hoy es un dÃa triste, no quiero en mi libro de familia, en mi historia, este acto de tiranÃa.
Fecha: 2o de Marzo 2016