INMANENCIA
Me acojo a la inmanencia terrenal,
intrascendente yo de aquí y ahora
buscando la quietud en una aurora
sin el ansia reclusa en el penal.
En mi huida olvidé mi ethos carnal
mientras fui de mi cuerpo la agresora,
orgánica vasija donde mora
mi espíritu extraviado en un erial.
Me remite facturas el azogue
con rictus de un amante ya curtido,
impaciente deseo al fin caduco.
El fond de teint me alienta con el truco,
tal vez le arranque hoy algún cumplido
librando la batalla a mi desfogue.