Todo está a punto, lector.
Ahora nos quieren cobrar
un canon por alquilar
libros de cualquier autor.
Una medida soez,
un ataque a la cultura,
una medida muy dura
para quien gusta leer.
Si fuera para apoyar
la cultura, lector mío,
yo no diría ni pío
a ese afán por recaudar.
Pero me temo que no
sirva para fin tan noble
el hecho de que se cobre
ese canon; no, señor.
Yo no sé qué van a hacer
con la “pasta” recaudada,
eso no me importa nada;
lo que sí quiero saber
es el por qué del impuesto,
pues si seguimos así
la cultura será, sí,
hacer pis fuera del tiesto.
En fin, que por lo que veo
se trata ¡Oh, maravilla!
de una nueva zancadilla
al lector; y eso está feo.
Perico de los Palotes