Se va el verano, lector,
nos lo avisa el calendario
aunque vemos a diario
que sigue haciendo calor.
Un calor ya inoportuno
pegadizo, impertinente
que hace sudar a la gente
(a cuyo sudor me uno).
Pero lo que se avecina,
lector, lo que ya se ve
es una nueva “rentrée”
a la vuelta de la esquina.
Vuelve a abrirse el instituto,
la universidad y los coles
y “los niños corticoles”
dejarán de hacer el bruto.
Pronto habrá nuevas jornadas
de políticos pesados
que en congresos y senados
volverán a las andadas.
La ciudad se despereza,
se sacude la galbana
y ataca, sin mucha gana,
el nuevo tiempo que empieza.
El comercio se prepara
ya para la Navidad
y la vida se pondrá
¿cómo no? mucho más cara.