Todo ello requiere tener una buena predisposición por parte de todos ya que lleva consigo una preparación el día anterior, sobre todo para los pequeños, donde este día nos sirve para hablarles de los frutos del otoño, del clima y para la realización de cucuruchos en los que ellos puedan introducir las castañas que al día siguiente se les darán.

Llega el día de la castañada, los niños/as están inquietos desde el momento que se encuentran en la fila, preguntando "¿cuándo vamos a comer castañas?".

Pasan las horas porque todo debe estar organizado y en orden; a mis niños les toca a las once, bajamos ordenadamente en fila con los cucuruchos respectivos al gimnasio donde se encuentran la mayor parte de los alumnos/as del primer ciclo sentados, en grupos de ocho o nueve, alrededor de unas cajas donde arrojan las cáscaras de las castañas. Mis pequeños ordenadamente van pasando donde se encuentran los padres voluntarios que se han ofrecido y disfrazado de castañeros/as, sirviéndole a mis niños y al resto de alumnos/as en sus respectivos cucuruchos.

Me dedico a fotografiar a los distintos grupos; unos me dicen que están calientes, otros que no saben pelarlas, otros dicen que quieren mas, otros que no les gustan, en fin lo de siempre.

Un día que nos sirve para recordar esta estación del otoño, para no perder esta fiesta de nuestro cole "la castañada"; un día donde grandes y pequeños dejamos, durante unas horas, la Lengua, Matemáticas, etc.