Portada del sitio > TRIBUNA LIBRE > Rebeldes, burgueses y ratones
{id_article} Imprimir este artículo Enviar este artículo a un amigo

Rebeldes, burgueses y ratones

Carlos Penelas

Argentina



Hay un error en este mundo
 
Roberto Juarroz
 
Es evidente que a Satanás no le conviene que desaparezca Dios. Si la divinidad se esfuma él no tiene sentido, él también desaparece. El poeta ataca  la tiranía, no al tirano. El rebelde se levanta contra los excesos del poder. De lo contrario la rebeldía sería, paradójicamente, un homenaje a ese orden injusto. La insumisión, en muchos casos, es una querella íntima de la burguesía. El anarquista lucha por la negrura del negro, el judaísmo del judío o la libertad del homosexual. Reivindica la humanidad en cada uno de ellos, lucha porque se reconozca cada ser como parte constitutiva de la especie. De ahí que su rebelión es un proyecto universal. Muchos no quieren ni se atreven a ser libres, la gran mayoría. De ahí la farsa, el engaño, la simulación. Un paraíso en el que no se cree, sea éste terrenal o celestial. Imposturas, teatralidad, escenografías frágiles. Pensar y escribir son actos, nunca forman parte de las ceremonias. Uno pone el cuerpo. Por eso miramos la historia como algo grotesco, entre la promiscuidad y la impotencia. Somos fragmentos errantes, desamparados en la sordera del mundo. Todo está ungido por la luz de la esperanza, por un pasatiempo anónimo, perverso.
Lo que es visible se lo ignora. O se lo modifica, no se lo interpreta. Por ignorancia, por imbecilidad, por mala fe. Intereses económicos, industrias. En breve, un planeta desértico y sin agua, poblado de gente, con fricciones desoladoras. Está allí, a la vista de todos. Sin dramatismo, sin visiones apocalípticas. Nuestros pueblos llevan un chovinismo que nos da escalofrío. Masas de seres ciegos, sordos, necios y patrioteros. Imaginan la bandera – la más bella, heroica, generosa – como símbolo de una patria o nación, un himno como algo que nos unifica y nos hace sensatos, justos, inmortales. Y un equipo de fútbol donde lo circular rompe categorías, clases sociales, injusticias. El mundo hipócrita continúa con sus bombos y platillos. Estimado lector, no soy un poeta de la devastación. En verdad, debo confesarlo, no sé quienes son mis lectores. Espero que tengan el espíritu abierto y puedan comprender.
Sin desperdicio. Nuestro querido y admirado Sarkozy dijo recientemente: “No soy un intelectual, soy alguien concreto”. Lo dice sin complejos, sin evocar a Descartes o a Sartre. Despreocupado, enamorado de Carla Bruni,  lo veo en una fotografía junto a su amada en Egipto. Una sociedad donde se palpa la farandulización, la superficialidad. No sólo los franceses tienen problemas de comprender proyectos, propuestas o conceptos. Todo se ha vuelto digesto, divertido, fugaz, sustituto. Las vacaciones, la telefonía celular, los empleos, la muerte. ¿Cómo se adapta la rebeldía a nuestra época? Todo es Light, edulcorado, televisado. Nada es importante, nadie lee, nadie piensa. ¿Dios o Satán? ¿Marx o Bakunin? ¿Juan Ramón o Petrarca? A quién le importa plantearse algo, a quién le interesa configurar la mirada de Esquilo. Se degrada el lenguaje, el amor, la comunicación. Todo es telerealidad.  Y el que no lo entienda así queda fosilizado. En nuestro país los ejemplos dan terror.
Aquí los políticos, intelectuales, empresarios, sindicalistas, lo hacen de modo exagerado, son obsenos. Nos terminan hastiando. A algunos…a todos no. Nuestra historia es un muestrario fascinante de delirios, marchas, imposturas, secuencias e incoherencias. Por eso me gusta tanto Indiana Jones o la pintura del Renacimiento. Si no me escapo sólo  quedan los gestos de los secuaces, de las matanzas y las hambrunas de Africa, la destrucción de toneladas de alimentos en rutas europeas, los crímenes del imperialismo.
Y bien, he visto la semana pasada un documental donde los investigadores de Johns Hopkins -gracias a la ingeniería genética- han producido ratones esquizofrénicos. Se trata de ratones a los que se les ha inoculado el gen DISC1, el gen del sufrimiento humano. Por favor, relea el artículo. Comenzando por el final. Gracias.
 

Este artículo tiene © del autor.

295

   © 2003- 2023 Mundo Cultural Hispano

 


Mundo Cultural Hispano es un medio plural, democrático y abierto. No comparte, forzosamente, las opiniones vertidas en los artículos publicados y/o reproducidos en este portal y no se hace responsable de las mismas ni de sus consecuencias.


SPIP | esqueleto | Conectarse | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0