El juez justiciero ha ca铆do en el inexorable designio de la justicia. Su ambici贸n desmedida le ha tendido su propia trampa.
El Tribunal Supremo, dice el “Mundo”, ha denunciado a Baltasar Garz贸n ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuya Comisi贸n Disciplinaria ha ordenado investigar, si este juez del estrellato incurri贸 en una falta muy grave al no informar al 贸rgano de gobierno de los jueces que iba a cobrar asignaciones de la Universidad de Nueva York, al mismo tiempo que su n贸mina mensual de juez, sin pedir la compatibilidad, durante su licencia de estudios entre marzo de 2005 y junio de 2006. La resoluci贸n del Tribunal Supremo desvelaba, que Garz贸n ocult贸 al CGPJ el cobro de 203.000 d贸lares por conferencias y actividades docentes, impartidas durante su estancia en Nueva York, para las que no solicit贸 la preceptiva compatibilidad de actividad. Este hecho de no presentar tal petici贸n es la clave de este asunto, que le puede acarrear a Garz贸n la apertura de un expediente.
Este magistrado silenciador de ping眉es cobros es el que aspira a presidir la Audiencia Nacional. Este juez medi谩tico, al mismo tiempo que embadurna la p谩gina de Camps con el pago de unos trajes y trama detenciones con matices pol铆ticos en las filas del PP, se pasea revestido de la duda moral, cabalga en su blanca honorabilidad en cacer铆as, tal vez, invitadas o costeadas en Ja茅n o Toledo, y, salt谩ndose la separaci贸n de poderes, celebra cenas y reuniones indebidas con el ministro de Justicia, una fiscal y un Jefe de Polic铆a. Esos d贸lares, embolsados en silencio disimulado han arramblado con su aureola de palad铆n de la honradez; van a ser la ruina de su ego tan idolatrado, debilitar谩n su blindaje sectario y le pondr谩n fin a esas cacer铆as inusuales y muy bien calculadas. El juez que camufla la ley y cicatea la verdad para cobrar doble sueldo, ha perdido la legitimidad para instruir autos de corrupci贸n y estafa, quiz谩s, inducidos desde los aleda帽os gubernamentales. El secreto sumarial no da pie a hacer acusaciones, que no teniendo el respaldo de hechos, nombres y fechas, pudieran calibrarse rayanos a la perfidia.
Garz贸n dice que ’no hubo mala fe’, que no lo gui贸 af谩n de ocultar al Consejo General del Poder Judicial informaci贸n sobre sus retribuciones durante esa estancia en EEUU. Eso es lo que dicen todos los implicados en el mangoneo y corrupci贸n, lo que dice el alcalde de Sevilla y sus ediles, los de Martos, los de Alcauc铆n y todos los dem谩s. No es cre铆ble que no supiera el sueldo y los pagos que iba a recibir por sus servicios universitarios, m谩s la cuant铆a de la Matr铆cula de su hija.Tal ocultaci贸n olvidadiza ha hecho a帽icos la supuesta honestidad de este juez, que tanto autobombo se da en sus paseos de pavoneo y maniobra, mientras va dejando caer la deshonra de muchos personajes de la Oposici贸n.
C. Mudarra