Alumbramientos (1)

Cuando en setiembre del Año del Señor de 2003, un Ángel Poderoso del Cielo de los Escritores, “envuelto en una nube, con un arco iris en su cabeza”, miró hacia el Mundo con su rostro de Sol y sus piernas como “columnas de fuego” apoyadas sobre el mar y la tierra, y dijo, levantando su mano derecha hacia lo Alto, y jurando “por aquel que vive por los siglos de los siglos”: “¡Se acabó el tiempo de la espera!”, y, abriendo un “pequeño libro” -que sostenía en su mano izquierda-(2), ordenó a los Duendes y Ánimas del Arte a abandonar el ocio contemplativo que los aquietaba en sus bosques de manantiales y arroyos, de bosquecillos preñados de fuegos azules germinados sobre prados rosados y albos, aromatizados en el Círculo Concéntrico de la Perfección por el azar de rosas, claveles, jazmines y magnolias, rociados con el frescor de la lavanda e irisados por el brillo de los tulipanes ardiendo bajo el destello del Sol que nunca se apaga; y les mandó construir -sobre la base de las gracias que emanaban de las Fuentes de la Bondad, la Belleza y la Verdad-, la primera de las Torres especiales que la Arquitecta del Gran Arcano había imaginado para dotar, al Sueño de su Dios, de foros dialogantes, defensivos y actuantes contra las pesadillas de tormento y alucinaciones con las que, el Maligno Destructor de la Gran Obra –con su ríspida, aserrada, soberbia, envidiosa e iracunda cola de Dragón-, intentaba dañar y corromper las esencias de las almas puras que yacían en la dimensión gregaria y transversal de los Universos Material y Espiritual de la existencia; en ese instante, el Escriba supo que había comenzado la batalla subliminal entre el bien y el mal, donde los hombres, desde los refugios del pensamiento y del sentimiento, aprenderían, junto a esos Duendes y Ánimas laboriosas, a germinar el Secreto de la Palabra que Él tenía pensada para nombrar y dirigir, hacia el gozo eterno, “todas las Cosas” que había soñado y creado por medio del Espíritu que daba vida para la Vida…

Así fue como, desde Aquel Cielo y para “todas las Cosas”, emergió entre los dueños de la Tierra, un Castillo: el Castillo del Sur, apodado “El Patio” y materializado como la Torre de los Sueños (LETRAS DE BOLSILLO I) (3) que intentaría agrupar la acción o alentar la aparición de otros centros mystagógicos y artístico literarios, donde la revelación del Misterio existencial por medio de la Palabra, pudiera consumarse en la conformación de una perdurable Civilización del Amor, presidida por la Misericordia y la Providencia del Señor de Todo y de Todos (de “Aquel que vive por los siglos de los siglos, por el que ha creado la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos”)…

Y como testigo de aquella alianza de armonías y frutos generosos, este Escriba fue invitado –recuerden-(4) a celebrarlo en el contexto de la Feria del Libro de la Ciudad Lagunera de Santa Fe (sita en la republicana patria de los argentos), y “al influjo del llamado de un mágico y viejo pregón” que golpeó “de curiosidad nuestras almas”, en el seno mismo de la Primavera y su Reinado del Espíritu, “atraídos –quizás también- por el perfume de sus inefables dones, para celebrar la vida en plenitud y con certeza de generosidad y trascendencia”.

Y no nos equivocamos en aceptar la propuesta: la torre aquella materializaba ese Reino que poco a poco se levanta sobre el Resto del Mundo “superficial y consumista que, a diario nos domina y (nos) ahoga”, en un claro intento por destrozar –sin piedad- en el Hombre, su “capacidad innata de soñar lo mejor para todos” e imaginarse feliz “en libertad de hermanos, en abrazo de Humanidad”… De la tinta-maná del “pequeño libro” que sostenía –lo comprendí después- aquel Ángel Poderoso, había nacido este niño libro “para recuperar la inocencia de lo bueno, (de lo) bello, lo verdadero, lo perfecto”.

Ahora el mensajero ha vuelto a golpear mis puertas –dice el tal Escriba-, y a dejar una breve misiva, convocándonos a ser protagonista de un evento similar. Porque en el Castillo “El Patio” se ha levantado otra Torre de los Sueños, y su perseverante Arquitecta y Guardiana, la Prof. María de Carmen Villaverde de Nessier (Chiquita), ha reincidido en invitarnos a recorrer esta nueva Torre, cuyo porte gemelo y contiguo a la que se yergue a su lado, lleva el nombre de LETRAS DE BOLSILLO II.

Pero estas dos Torres Gemelas, a diferencia de los alfiles newyorkinos, elevados por la soberbia del Poder, el Dinero y el Placer hasta el Monte de la Omnipotencia, y precipitados luego –sin previo aviso- al Abismo (5) de la Soledad de los Siglos, donde yacen abatidos los ángeles caídos del Seductor del Mundo (6) a la espera del castigo final, y terminarán condenados los tesoros fútiles de todo Imperio carcomido por su inexorable destino de “sepulcro blanqueado”7), atrapado por la asepsia tecnológica y el materialismo hedonista que lo corrompe; cáncer tecnocrático y consumista que persiste hoy en invadir –como nunca antes- los más íntimos rescoldos del acervo axiológico mundial, bajo la falsa promesa de hacernos libres; pero libres bajo libertad condicional, olvidando de la Sabiduría que, “quien siembra vientos recoge tempestades”; estas dos novedosas Torres Gemelas, decía, que emergen desde el verdiazul solar del Taller Literario “El Patio”, y en contraste con aquellas bizarras expresiones de la grandeza del Hombre, son depositarias de los más puros valores espirituales que nutren la calidad de la existencia humana…

De hecho, la coraza de Amor que las sostiene, traspasa y defiende –enfatiza “el tal Escriba”-, las torna invulnerables a cualquier ataque, abierto o soterrado que el Resto del Mundo quiera ensayar contra sus muros, ya para agredir o amedrentar siquiera a sus encantados y encantadores moradores.

Quizá por eso, a estas Torres no se acceda desde abajo, sino desde lo Alto; sabiendo flotar primero por los diáfanos espacios que las circundan para alcanzar su Cúspide de sueños y esperanzas, y conocer en su intimidad el perfil de los recintos sagrados que la conforman. Flotar y volar hacia su Cúspide de Soles y Estrellas con el Poder, sí, pero no del dinero, sino el de la Imaginación y la Inocencia; con el Placer, sí, pero no el de la concupiscencia sino el de la noble Magia de los paradigmas de la Verdad, la Belleza y la Bondad con que Dios da sentido a todo lo Creado…

Promesas y fecundidades

Ahora yacemos a los pies de esta nueva Torre nacida también en Primavera como la inicial, pero, en esta instancia, bajo el cercano embrujo del verano santafesino. Y “Chiquita Nessier” nos inicia en primordial vuelo hasta los límites de su almena superior, donde surge majestuosa y elegante, una Puerta de Acceso (pues, como advertimos, el ingreso a la Torre se realiza por lo Alto). Hay una inscripción en dicha entrada, que dice: “Aquí estamos nosotros con estas creaciones literarias encerradas en LETRAS DE BOLSILLO II, con el propósito de acercarles nuestro lenguaje verbal para que podamos compartir percepciones y enriquecer las memorias”. Entonces, el Ángel Poderoso hace un guiño esbozando una lujosa sonrisa, y…

Ahora penetramos su Misterio y, guiados por su Arquitecta y Guardiana, nos encontramos con que el número de recintos de esta Torre, duplica al de la primera concepción: pero ella nos advierte que, sus habitantes normales son siete como en el foro iniciático; siete como “los días de la creación”, pero que para nuestra visita han venido a recibirnos gentilmente también los moradores de la primera Torre. De allí que, esta vez, sean catorce los “lúcidos cómplices” que nos reten a participar de rito demiúrgico que acompañará cada paso, cada pensamiento y cada sentimiento en nuestra recorrida por el Corazón del Verbo…

Ahora entramos al primero de los cuartos donde mora el secreto de la Palabra. Nos recibe un joven caballero. Dice llamarse SERGIO TOURN (8) . Un movimiento de sus manos, y, como barajas, dos relatos y dos poemas se nos brindan como ofrenda de visita a su recinto creador. Se trata de reflexiones acerca de la necesariedad de los opuestos como incentivos para la existencia: más allá de nuestras carencias de hombres como proyectos inconclusos, la tensión de la búsqueda desde la luz a la sombra constituye para él MISTERIO, y de la sombra a la luz, DEVELACION; por ejemplo, así se infiere en “La Pasión de Escribir”, escrito con que Sergio inaugura nuestro derrotero por la Torre-Libro. Sí, la vigencia de esos opuestos cobra vida en la Poesía de Tourn, cuando en su poema “Miradas Diarias”, nos dice: Miradas diarias/ que se buscan y se pierden/ conviven civilizadamente/ y se enfrentan ocasionalmente. Y la tensión de la búsqueda cuando expresa: Así miro yo,/ a veces con temor/ pero sin perder la ocasión/ de encontrar cada vez/ el nuevo amanecer. Todo en una existencia de “Meses Partidos”, donde la solución pasa, no por la divergencia sino por la convergencia de lo vital, o de la unidad en la diversidad; ya que no intentar esa convergencia en la vida, puede a uno condenarlo al abismo de la vacuidad, como le sucede a su personaje de “El Mago y las Suspicacias”...

Ahora entramos al segundo recinto de la Torre-Libro. Seis poesías y un relato nos regala su habitante y autora: HAYDÉE, H. N. Haydée (la sin apellido) atrapa en sus poemas la inocencia que, como ella, no tiene apellido: inocencia que es “azul, siempre azul”, cuando el amor la mira, y le sonroja las pupilas aunque no lo note (porque no tiene apellido) (9); sí, cuando se anima a animar descubriendo la risa tras el “llanto”(10) de tantos “corazones palpitando contritos” hasta que “Dios escuche la oración” de la Poeta(11) , para que donde haya “sensualidad” triunfe la “santidad”, y donde more la “soledumbre” se coseche la “salvación”(12); donde el sol de amor abrace toda soledad (13) , sin presencias peregrinas que intimiden (14) como la “Muerte”, “el inesperado encuentro con la Vida” y su divino Autor… (15)

CONTINÚA EN PARTE II/II (ver nueva publicación en curso)

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