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Mis recuerdos de la plaza del mercado Central de Almería

Antonio Martinez Jurado

España



Son muchos los años vividos por esta, nuestra plaza del mercado Central de Almería.

Alli eché los primeros dientes alrededor de ella, jugando entre las barracas de antaño con mi hermano y amigos, manoseando los gatos y perros que por allí se encontraban, incluso siendo niño me mordió un perro, al final no me pusieron las cuarenta inyecciones de la rabia, porque el perro no la tenía.

Recuerdo aquellas mañanas de la alhóndiga, donde iban cantidad de compradores a cargar sus carros, después isocarros y al final furgonetas. Era un bullicio de gente a partir las cinco de la madrugada.

Mi madre me llevaba temprano, porque tenía que sacar las cazuelas, botijos, cestas, sillas y bolsos a la calle, según ella todas las cosas debían de estar fuera para que la gente pudiera verlas y así comprarían. A las ocho de la mañana estaba ya todo colocado y esperando que llegara el primer cliente y que comprara, porque si no compraba ese día teníamos un mal día, por todos los medios le vendíamos aunque fuera una bolsa, a un precio mas barato.

!Qué olor a mañana, a café, chocalate, sobre todo a churros era lo que la plaza del Mercado central, desprendía a primeras horas con la mezcolanza de las verduras, cebollinos, acelgas, ajetes, frutas... unas fragancias que merecía la pena estar allí para poder disfrutarlo.

Pasé mi niñez y adolescencia alli, muchas horas cara al público, muchos días deambulando por aquellos lugares, pero pasados con alegría de ir creciendo y desarrollándome como persona, para tener en mi pequeño corazón esa nostalgia de mi plaza del mercado.

Pasaron los años la visitaba los sábados para hacer las compras semanales, me iba apenando poco a poco, parecía que se iba acabando, las barracas estaban desapareciendo, iba menos gente a comprar, solo los sábados había una mayor movida, me daba cuenta que los comerciantes querían darle vida proponiendo actividades en ella, fomentando el centro, haciendo sorteos, parecía que iba a tomar un poco de aliento, pero el final fue que la trasladaron a otro lugar para reformarla y con ella se fue la historia.

Me gustaría que resurgiera de sus cenizas como el ave Fenix, que fuera a ser como antes o mucho mejor porque de ella dependen muchas familias que lo merecen por su lucha y constancia en su trabajo, son los hijos/as de aquellos comerciantes de antaño que voceaban su productos, que animaban a comprar, que te atendían con la mejores de sus sonrisas.

Deseo y quiero que esta nuestra plaza del Mercado Central de Almería se renueve lo antes posible porque los comerciantes se lo merecen y la ciudad de Almería lo reclama.

Este artículo tiene © del autor.

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