Hasta estos momentos, el señor Porfirio Lobo Sosa, Presidente de Honduras, se ha comportado de una manera prudente y cautelosa, cuidando de no caer mal con uno y otro grupo, ha logrado salir bien librado, de los problemas que se le han presentado en los primeros meses de su gestión. Recordamos muy bien sus primeros días en el Estado, en el cual se desvaneció su sonrisa abierta y amigable, por un rostro sombrío y pensativo. Cuando Lobo tomó el poder no sabía o no quería creer la magnitud del problema al que se enfrentaba con las arcas gubernamentales completamente vacías. A parte de eso, le tocó recibir a la sociedad hondureña fracturada y dividida; después del cruento Golpe de Estado en contra de José Manuel Zelaya Rosales. Hasta el momento casi le ha sido imposible emplear a sus correligionarios, dado el deterioro de la economía, por los sucesos que ya todos conocemos. En lo que concierne al Secretario de Seguridad, Oscar Álvarez, no es cierto que haya habido una depuración de la policía, sino un cambio de mando algo que es muy común, cuando hay un cambio de gobierno. No queremos ser pesimistas, pero en este primer año de gobierno, no creemos que pueda hacer mucho, pero debe ir marcando las pautas para segundo período presidencial. Todavía faltan las grandes decisiones por tomar, hay que entrarle de lleno a muchas cosas. En Honduras los más sacrificados siguen siendo los mismos de siempre. También al parecer la cercanía del mandatario con el pueblo ha incomodado a cierto grupo de empresarios y miembros de su partido, algunos dicen que está haciendo lo mismo que el presidente depuesto, pero en algo estamos claros, las cosas buenas que hacia MEL deben seguir.

El mensaje del actual presidente de los hondureños fue claro: mientras no haya justicia no habrá paz. Este gobierno de Unidad Nacional debe enviar una señal clara a la comunidad internacional, para que pueda lograr ser reconocido, entre estas tenemos: el respeto a los Derechos Humanos, la conformación y colaboración necesaria a la Comisión de la Verdad y qué Manuel Zelaya Rosales pueda venir al país con todas las garantías establecidas. A la vez, hay algo paradójico, hasta el momento todos los funcionarios que fueron del gabinete de Zelaya y que tienen acusaciones en los tribunales de justicia, a ninguno se le ha podido comprobar tales causas o hechos. El señor Lobo se ha dado a la tarea de crear nuevos comisionados presidenciales, ante la falta de credibilidad en las instituciones. Cómo todo nuevo gobierno ha tenido sus aciertos y desaciertos. Entre los aciertos consideramos: 1 la intención de revisar las tiendas libres, 2 la eliminación de las dispensas, 3 la creación de la figura del Comisionado Presidencial de los Derechos Humanos, decisión que ha sido bien vista por la comunidad europea, ante la exagerada falta de credibilidad hacia Ramón Custodio, 4 el acuerdo comercial con los presidentes de las hermanas repúblicas de El Sal vador y Guatemala, en que se eliminan las trabas al comercio cuando se susciten problemas políticos, el cual se hizo de acuerdo al artículo 21 de nuestra Constitución, 5 la creación del Comisionado Presidencial de Religión y Culto, ante la debilidad y la cuestionada moral de algunos religiosos. Entre los desaciertos tenemos: 1 el nombramiento en cargos importantes a personas de cuestionada honorabilidad, 2 el nombramiento del general Romeo Vásquez Velásquez, en la gerencia general de HONDUTEL, que sabe un militar de telecomunicaciones, hay una remilitarización en las instituciones públicas en vez de fortalecerlas, 3 el ascenso de los femicidios, 4 el ascenso de la delincuencia, 5 olvidarse temporalmente de los problemas internos por ir en busca del reconocimiento y la ayuda de la comunidad internacional 6 la manifiesta inseguridad para nombrar personas en el gabinete, 7 no hay un plan de protección al bosque, esto es un error grueso y ni aún mirando y padeciendo la grave escases del agua en la capital, se preocupan por tratar de darle una solución, se necesitan 15 mil galones de agua para apagar un incendio forestal, 8 la aplicación de un nuevo paquetazo fiscal, el cual pensamos que no era necesario, sólo se tenía que mejorar la recaudación, atacar de frente la defraudación y hacer una reforma fiscal, 9 aumento del presupuesto de las Fuerzas Armadas en detrimento de la Secretaría de Cultura.

Naín Paz Serrano.

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