Una nieve dura, frÃa, inhumana caÃa sobre una pequeña aldea, perdida en el final del mundo. En este lugar jamás creció una flor, jamás cantó un ruiseñor. Los vecinos del pueblo, tristes y frÃos, no hablaban ni reÃan. Cuando salÃan de sus casas, lo hacÃan corriendo, sin perder tiempo en mirar a su alrededor. No habÃa nada que ver, todo permanecÃa cubierto por la nieve, a veces blanca, a veces gris.
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<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana><FONT size=2><SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>Los niños no conocÃan ningún cuento, ninguna canción, ningún juego. Sólo sabÃan leer y contar. TenÃan las mismas<SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>miradas tristes que sus padres, su futuro se limitaba a ver a las mismas personas, las mismas cosas durante el resto de sus vidas. Nada merecÃa la pena.</FONT></FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana><FONT size=2>Un dÃa, en este lejano y frÃo pueblecito, perdido en el último rincón donde acaba el mundo, pasó un ruiseñor y se posó en la ventana de la panaderÃa, único lugar del que emanaba un suave calorcito. La vieja panadera, extrañada, se le acercó y le preguntó: - « ¿Pajarito, te ocurre algo? » El ruiseñor en un santiamén se acurrucó en el hombro de la anciana y le susurró al oÃdo: - “Pronto llegará una bella y desolada mujer<SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>que huye de la traición y del engaño. No la rechacéis por el color de su piel, de su cabello, de sus ojos, será la luz que os salve de vuestras tinieblas.”<SPAN lang=ES-TRAD style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><o:p></o:p></SPAN></FONT></FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana><FONT size=2><SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>Ese dÃa la mujer contó a su familia y a todos los vecinos lo ocurrido y nadie <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1:PersonName w:st="on" ProductID="la creyó. Nunca">la creyó. Nunca</st1:PersonName> ningún pájaro se habÃa detenido en la aldea, además todo el mundo sabÃa que los animales no hablaban. Nadie sabÃa que los cuentos existÃan y que, a menudo, un protagonista se escapaba de sus páginas para transformar la vida de la gente triste, ignorante y, a veces, cruel.</FONT></FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana size=2>Durante aquel duro invierno la anciana murió suplicando a sus familiares que atendiesen lo mejor posible a todos los extranjeros que acudieran al pueblo. El dÃa del entierro apareció por la aldea una mujer morena de largo cabello negro. Sus ojos tenÃan el color y el calor de la miel dorada recién sacada de los panales; su voz era semejante al canto del ruiseñor, pero no <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la entendÃan. No">la entendÃan. No</st1:PersonName> entendÃan su idioma, ni su forma rara de vestir ni la tristeza que invadÃa sus bellos ojos. Algunos tuvieron miedo: podÃa ser la enviada del demonio por su piel oscura, sus ojos amarillos y ese idioma que nadie conocÃa. Otros recordaron las palabras de la anciana y se conmovieron. La bella mujer necesitaba ayuda, tenÃa frÃo y hambre; su cuerpo y su alma estaban heridos. La cobijaron, le dieron comida, afecto.</FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana size=2>Al final del invierno, se percataron de que la bella mujer esperaba<SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>un hijo que no tardarÃa en nacer. Una mañana gris del mes de abril, después de una tempestad de nieve, el bebé decidió que ese dÃa era propicio para nacer. Por primera vez, después de muchos siglos de indiferencia, el pueblo se conmovió. Era el primer bebé que nacerÃa antes de que bajaran las temperaturas. Todas las mujeres sabÃan que sus hijos tenÃan que venir al mundo entre junio y agosto para poder sobrevivir. Este pobre renacuajo no soportarÃa los diez bajo cero de aquella mañana.</FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana><FONT size=2>El niño nació. En vez de llorar, cantó como un ruiseñor, abrió sus ojos color miel y sonrió a todos los que estaban a su alrededor. Su piel era oscura como la de su madre y su pelo tenÃa el mismo color miel que sus ojos. Unos minutos después de su nacimiento, los aldeanos vieron con gran sorpresa que el sol brillaba, que la nieve se derretÃa, que una bandada de pájaros sobrevolaba el pueblo. Un milagro acababa de ocurrir: era la primera vez que aparecÃa el sol, que una bandada de pájaros intentaba anidar en los árboles desnudos del último pueblo al final del mundo.<SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN></FONT></FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=verdana><FONT size=2><SPAN style="mso-spacerun: yes"> </SPAN>Era la primera vez que reÃan, que tenÃan calor y veÃan brotar del suelo unas florecitas cuyos colores formaban el arco iris. El ruiseñor volvió y se posó en la ventana de <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la panaderÃa. La">la panaderÃa. La</st1:PersonName> gente formó un corro para escucharle, les contó un cuento y la magia de las palabras envolvió el corazón de todos. HabÃan entendido que, para que cambiasen sus vidas, tenÃan que pararse a escuchar y ayudar a los demás. La vida, el mundo, cambiaron cuando los vecinos del pueblo miraron a su alrededor y entendieron el sufrimiento de los demás.</FONT></FONT></P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><FONT face=Verdana size=2></FONT> </P>
<P class=MsoNormal style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; TEXT-INDENT: 42.55pt; TEXT-ALIGN: justify"><SPAN lang=ES-TRAD style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><FONT face=verdana><FONT size=2><STRONG>Otros Caminos</STRONG>, Ed. Ecu. Junio2004<o:p></o:p></FONT></FONT></SPAN></P>