La canción de la muerte
puede quitarte dulcemente la vida
con su aliento cómplice...
 
Su nombre es “Eutanasia”:
sinónimo de agonía sin sufrimientos.
*
Engendro agusanado,
que surgió de la crisálida
del poder más ostentoso:

Esa es la soberbia divina...
La que nos juzga y nos condena de por vida.
*
La decisión de vivir en la luz
-desechando la sombra de la parca-
constituye nada más que una equivocación.

Es que nos gusta, de última,
el sabor de la sangre (y su cálido olor dulzón).
*
Sucede que el mar nunca retorna
para lamer las mismas playas...
Se echa sobre la arena blanca,

sin dejar más rastro
que un collar de nácar...
*
El rumor del oleaje
se acostumbra a la voz humana
y guarda la sombra de nuestros muertos,

aherrojando su fiebre proteica
en la oscuridad heterocroma del lecho.
*
Un plato vacío aún sigue esperando
sobre la mesa de la humanidad.
Debajo de él, una nota dice,

con letra temblorosa, casi desfalleciente :
...“Ayúdenme”.
*
El tiempo es el fuego en el cual nos quemamos.
Pero la pasión también es enemiga de la precisión.
En cambio, el invierno, con su frío,

nos encapsula, nos reconcentra,
volviéndonos aún más egoístas.
*
Sé que algo querías de mí...
Pero no sabías de qué se trataba. ( ¿...O sí?).
Una persona nunca puede escapar a su verdadera naturaleza...

Sólo el perfume sobre la almohada delata tu presencia física.
(Que ya es, definitivamente,...ausencia).

*
¿Por qué existen ciertas preguntas
que deben ser respondidas, y otras, permanecer
 como estigmas, torturándonos por toda la eternidad?

¿Ese será el precio de la duda?
¿Acaso podremos soportarlas, sin herirnos?
*
Todos los días vivimos ciegos,
Precipitándonos vertiginosamente a tierra,
como aves heridas de muerte...

El destino es lo que ignoramos de nosotros mismos.
Y lo que vivamos, revela nuestra propia naturaleza.
*
La distancia no excede los caminos de la memoria.
Sólo los acorta sumando recuerdos.
Amigo mío:

Guardián de mi insomnio, mensajero del amor,
enfermero de almas, ¡dame tu paz!.
*
Es necesario que le demos
la espalda a tantas dudas,
y poner “manos a la obra”:

Recordemos que los laberintos
tienen siempre una salida hacia la luz.
*
Lo fundamental es tener ideas,
pero no ser ideólogos.
Porque las ideas son libres;

no pueden ser encorsetadas
dentro de ciertos paradigmas finitos.
*
Lograr objetividad:
Ese es el llamado “efecto cero”...
(¿No se te enfría la sangre tan sólo con pensarlo...?)

Si embargo nunca es tarde para sorprendernos ante lo inesperado...
Siempre debemos conservar una mente alerta.
*
Hay cosas que hierven dentro de uno...
Por eso se hace necesario luchar con los fantasmas
que duermen en el subconsciente...
 
para descubrir la fuerza oculta
de todos los sueños con los que Freud alucinaba.
*
En el juicio final
se develarán, por fin,
todos los secretos de los corazones.

(...Otra vez, en el más allá,
se enfrentarán tu corazón y el mío).
*
Debemos trabajar de por vida para reconstruir,
pieza por pieza, la imagen del espejo
que nosotros mismos destruimos, día tras día,

con nuestros míseros actos inconscientes.
(Pero casi siempre nos hallamos ciegos).
*
 A veces, nuestros pensamientos nos traicionan.
Resultamos completamente tontos:
rearmando siempre los pedazos de lo que hemos roto.

A veces, por haber pronunciado, a destajo,
una simple (¿e inofensiva?) palabra...
*
Todo cambio produce dolor: como la dehiscencia de los frutos,
como una semilla estallando tegumentos,
como los terrones resecos abriendo paso a la corriente clara...

En fin, como la experiencia,
pariendo a diario lágrimas y alegrías.
*
Insistes siempre en cuestionar lo incuestionable...
Confié en tu sabiduría, seguí tu consejo. ...¡Y así me fue!
Por eso odio las fechas definitivas:

Ellas no nos permiten
deshacernos de las obligaciones.
*
Paisaje de silencios.
Inquieta presencia se revela, sigilosa.
Algo se agita, oculto en tus ojos:

Es el recuerdo de un sueño
que asomaba apenas, en las flores tempranas...
*
“Largo y difícil es el camino que conduce hacia la luz”...
-Milton escribió hace ya tiempo.
Es que el infierno no se encuentra tan lejos:

se halla en las experiencias cotidianas.
Lo mejor que podemos hacer es sobrevivirlas.