Desgraciadamente, debo decirte que no hay nada que pueda yo hacer, ni temer, ni soñar.Té, de amargas hierbas me has dado de beber y el tiempo iluminaotro color de compañÃa.
-Las cosas son claras-, dije;y los árboles,quietos como estatuas sin sangre,lloran sin saber porqué nos alejamos tanto...
La nada.Esa nada tan inmensa que hundió nuestro camino,...Y justo ahora,Eso algo irreprochable que nunca ha salido de tus labios, irrumpe como un trueno mudo y callado.Y yo, que feliz (...)