“y piso noviembre sobre la luna un pedazo de playa. Entro la ola por la ventana entreabierta, entro el mar para nunca salir de nuestros cuerpos. Si se fumaba no estaba la mar; pocos metros de ella nos encontramos, nos palpitamos y luego soñamos un olor a lluvia en la mar” Y otra vez Juan tomó su caña de pescar. Sé dijo: tengo que pescar algo que no sean mensajes cifrados para enamorados. Lanzo la botella contra las olas, las olas la estrellaron sobre las piedras, y el (...)
Estimado Carlos: Presiento que este oficio de escribiente no se le queda grande en imaginación, pero me pregunto por qué no revisa usted la ortografÃa y la puntuación. Lo digo por lo difÃcil que se me hace ir poniendo yo acentos donde no están y alguna que otra comita o puntito que desfigura sus escritos, y lo que es peor, sus fabulosas ideas.
Reciba, a pesar de mi crÃtica, el más admirable de los saludos.