CAPÃTULO II: LOS FUNERALES DE TÃA IRENE Algunos años después, tÃa Irene falleció y tÃa Orfa telefoneó a mamá para avisarle. Mamá sentÃa especial cariño por la difunta y se puso muy triste con la mala noticia. La razón de su particular afecto, me contaba mamá, obedecÃa a que ella, cuando niña, habÃa sido su engreÃda. TÃa Irene habÃa sido su maestra en la escuelita del pueblo y, como cachuelo -ya que el exiguo salario que recibÃa por el magisterio no le (...)