“Aunque todos matemos a lo que amamos,que todos oigan esto:unos lo hacen con mirada amarga, otros con palabras amables”...Cesare Pavese. Las tres se encontraron en el Parque Santa Catalina, con tantas horas de sueño sin dormir, tantas minutos en madrugada y, las tres allà a un palmo del puerto; la una Adreina; la dos Ana; la tres Adriana. Las tres en un mismo espacio, las tres respirando el sitio por donde solamente cruzan de ida o de vuelta; las tres solas y por casualidad (...)
Supongo que algo asà de bueno solo se puede escribir después de que todo el mundo te ha dejado solo en medio de la noche. Me gustan tus historias porque las sé fruto de una experiencia sin prejuicios, sin interjuicios y sin postjuicios, de un deambular por la vida con los ojos bien abiertos y de un compartir vidas con los demás.